La del próximo lunes será una jornada especial para Irun e inolvidable para Ezezagunok. Este grupo de teatro, integrado por personas con discapacidad intelectual, será el encargado de dar el pistoletazo de salida a los sanmarciales con el pregón que, como cada año, marca el inicio oficial de las fiestas de la ciudad. Lo harán desde el balcón del ayuntamiento, un escenario que simboliza la conquista de espacios que antes les resultaban inaccesibles, y que ahora, gracias a dieciocho años de trabajo y esfuerzo, han logrado hacer suyos.

Méritos no les faltan para haber sido elegidos para esta responsabilidad. Más allá de su consolidada trayectoria, este año Ezezagunok ha brillado con luz propia en los Premios Nacionales Juan Mayorga de las Artes Escénicas de teatro amateur, los equivalentes a los Max, en los que su obra ‘Exacticamente diversa’, una reinterpretación personal de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, ha sido galardonada con tres importantes reconocimientos: Mejor Vestuario, Mejor Adaptación y el Premio Nacional Antonio Morillas a los Valores Sociales en el Teatro. Un triplete que ha reforzado aún más la visibilidad de una compañía que, desde hace casi dos décadas, lucha desde el escenario por abrir caminos y derribar barreras.

Una noticia inesperada

A pesar de todo, Luisma Moreno y Miren Etxeberria, dos de los impulsores del grupo junto con Ana Pérez, fallecida el año pasado, admiten que la noticia de que Ezezagunok leería el pregón les cogió por sorpresa. “Es curioso, porque Miren lleva muchos años bromeando diciendo que algún año teníamos que ser nosotros”, apunta él. Ella, por su parte, ríe al relatar que, cuando era más joven y le preguntaban si quería ser cantinera, siempre contestaba que no, que quería ser pregonera. 

Ellos fueron los primeros en enterarse y tuvieron que guardar el secreto durante varios días. “De hecho, la alcaldesa nos dijo que necesitaba una foto, así que dijimos al grupo que iba a venir a un ensayo para felicitarnos por los premios. Y ese día uno de los actores, sin saber nada, dijo: ‘¡Vamos a dar el pregón!’. Fue una ocurrencia suya, pero parecía que ya lo sabía. Creemos que es porque Miren lo decía tanto…”.

Honor e ilusión

Cuando por fin pudieron comunicarlo, los actores y las actrices recibieron la noticia con muchísima ilusión. “De hecho, esa misma semana nos dijeron que habíamos sido uno de los ocho grupos seleccionados entre 180 para participar en noviembre en la Muestra de Teatro de Getafe, uno de los certámenes más importantes del país, y cuando les pregunté qué les hacía más ilusión, todos dijeron que el pregón”, recuerda Etxeberria.

Salir el lunes al balcón supone para el grupo no solamente un reconocimiento, sino también un honor y una muestra más de que aquellos desconocidos que hace dieciocho años se subieron por primera vez a un escenario en el Kabigorri, con el texto pegado con celo a una mesa, ya no lo son tanto. Tras casi dos décadas de esfuerzo y dedicación, hoy forman una compañía de renombre y con una forma de hacer teatro independiente, inclusiva y transformadora. “Nunca hemos dependido de ninguna organización. Nos gusta tener libertad creativa y organizativa”, explican.

Conquistar espacios

Si han llegado hasta aquí, ha sido también porque nunca han caído en la autocomplacencia. “Después de cada actuación, desde la primera, dedicamos el siguiente ensayo a hacer autocrítica. En este colectivo es muy fácil caer en que todo lo hacen bien, por no hacer sufrir al que, en teoría, es más débil. Pero eso no te vale si quieres avanzar. No hay que hacer daño, pero lo que es blanco es blanco, y lo que es negro, negro”.

Desde el principio, su objetivo fue claro: “Ganar espacios que antes no eran accesibles”. Y hoy pueden decir, con orgullo, que lo han conseguido con creces. “En eso somos muy punta de lanza, somos los primeros que hemos ganado estos premios”, cuentan. 

Un teatro que sorprende

De la mano de Ezezagunok, la diversidad ha llegado al teatro para quedarse. “Escena Amateur, entidad que reparte los premios, ha apostado por otras formas de hacer, por otras voces. Eso es de agradecer”.

En este sentido, señalan que el teatro que les gusta llevar a los escenarios es el que “más que plantear respuestas, formula preguntas, el que intenta jugar con lo que el espectador va a ver, con lo preconcebido, con los roles que no se espera y con situaciones que no intuye, sobre todo en un colectivo como el nuestro”. Porque señalan que lamentablemente “la gente sigue pensando que un grupo como el nuestro no lo puede hacer tan bien, que nuestros actores y actrices no pueden emocionar tanto, que no pueden actuar tan bien”.

Por eso animan a la ciudadanía a acercarse al teatro y a descubrir su trabajo de primera mano. “Muchas personas que no conocemos nos han felicitado por ser pregoneros, y nos hace muchísima ilusión, nos dicen que lo merecemos. Pero todavía hay mucha gente que no ha venido a vernos, y nos gustaría que lo hicieran”. 

De hecho, planean volver a presentar ‘Exacticamente diversa en el centro cultural Amaia de Irun, aunque aún no cuentan con una fecha concreta. Sin embargo, anuncian que llevarán la obra a nuevos escenarios del territorio en los que nunca han actuado, con funciones ya programadas para 2026 gracias al apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

El balcón de la visibilidad

Sobre el pregón que pronunciarán el lunes, poco pueden desvelar, salvo que los encargados de leerlo serán Miren, Luisma y la actriz Igone Ucaregui, que lo hará en representación de todos sus compañeros y compañeras, a quienes considera “una cuadrilla”. 

Lo que sí pueden adelantar es que Ana Pérez “estará muy presente”, como lo ha estado en todos los reconocimientos que el grupo ha recibido en los últimos meses. 

De cara a los sanmarciales expresan su deseo de que “el buen rollo” que llevarán "al balcón de la diversidad", como ellos mismos lo definen, "se traslade y se impregne en todas y todos los irundarras. Queremos desearles que pasen unas fiestas estupendas”.

Respecto al futuro del grupo, tienen claro que, aunque queda mucho por avanzar, especialmente en materia de accesibilidad, tanto física como cognitiva, seguirán abriéndose camino y derribando barreras.