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60 años de la muerte del ídolo de los urretxuarras

El ciclista Amelio Mendijur falleció el 8 de junio de 1965, tras chocar contra un coche en Eitzaga

60 años de la muerte del ídolo de los urretxuarrasJ.Marín

El ciclista Amelio Mendijur fue el ídolo deportivo de los urretxuarras y zumarragarras a mediados de los años 60. No en vano, era uno de los mejores corredores de ciclo-cross del mundo. El domingo se cumplió el 60º aniversario de su muerte. Falleció en la carrera de Bergara, en la bajada del puerto de Eitzaga, tras chocar contra un coche.

Una de las personas que mejor conoció a Mendijur fue su mecánico Agustín Aizpuru. “Tras volver del Servicio Militar abrí una tienda de bicicletas en Zumarraga. Yo era joven y los ciclistas jóvenes venían a mi tienda a arreglar las averías, a hablar, a comer galletas... Cuando conocí a Mendijur él tenía 17 años y yo 21”, recuerda.

Aizpuru añade que el ciclista urretxuarra de origen alavés era una gran persona. “Nuestra segunda oficina era el bar Iburreta y allí también era como de casa. Entraba en la cocina y se ponía el delantal, gastaba bromas a las mujeres de la casa... Era muy fácil llevarse bien con él”. 

Contrato con el equipo Kas

Era tan buena la relación que tenía Mendijur con los del bar Iburreta que fue allí donde rubricó su contrato con el equipo Kas: el conjunto más fuerte en aquella época. A Aizpuru no le extraña que los del equipo vitoriano se interesaran por el urretxuarra. “Era muy bueno tanto en carretera como en ciclocross. En la cronoescalada a Arrate, por ejemplo, necesitó menos tiempo que Anquetil. ¡Éste ganó cinco Tour y era especialista contra el reloj! Mendijur tenía una fuerza brutal. En ciclocross, cuando tocaba correr porque había mucho barro, nadie podía con él”.

Los organizadores del Campeonato del Mundo que se disputó en Beasain prepararon un circuito acorde a sus características. Mendijur era el gran favorito, pero murió unos meses antes. “En mi opinión, hubiese ganado de calle. Lo tenía todo a favor. Sin ir más lejos, Antón Barrutia volvió a tomar parte en las carreras de ciclo-cross con el único objetivo de ayudarle en las salidas. Hubiese podido ganar tres o cuatro mundiales. Corriendo no había nadie mejor que él. En Italia le llamaban El torito español”.

Carretera

Su amigo cree que en la carretera también habría llegado lejos. “A raíz de fichar por el equipo Kas mejoró mucho sus prestaciones. Se hizo un nombre dentro del pelotón y completó buenas carreras. Creo que tenía grandes cualidades para ser un gregario de lujo”.

Pero sólo tuvo tiempo para demostrar sus dotes para el ciclo-cross: en 1964 fue campeón de España y en 1965 fue quinto en el Mundial. Suficiente para conseguir ser un ídolo para sus vecinos de Urretxu y Zumarraga. A todas las carreras iban uno o dos autobuses llenos de seguidores y su muerte fue un duro golpe. “No recuerdo otro funeral tan multitudinario. Era muy querido. Recuerdo que el día del accidente pasó por delante de mi tienda, a unos 30 segundos del pelotón, camino de Eitzaga. Conocía muy bien el puerto y seguramente ése fue el motivo del percance. Tomó una curva a toda velocidad y se estampó contra un coche que subía el puerto. Cuando me lo dijeron, no me lo podía creer”, concluye su amigo.