Román Orús visitó Zarautz esta semana con ZarautzOn para hablar sobre el ordenador cuántico, la inteligencia artificial y el papel clave que jugará Euskadi en estas tecnologías. En esta entrevista nos habla sobre cómo se cruzaron estas dos disciplinas en su carrera, qué posibilidades abren y qué supondrá la llegada de un superordenador cuántico a Donostia.

¿En qué momento se interesa sobre la física cuántica y en la inteligencia artificial?  

Siempre me ha gustado la física, por eso la estudié en Barcelona. Tuve un profesor muy bueno en la asignatura troncal de física cuántica. Me atraían más los temas de cosmología, pero ese profesor me marcó. La cuántica me fascinó; me pareció algo increíble lo que nos explicaba. A partir de ese curso supe que ése era mi tema. Al acabar la carrera decidí hacer el doctorado en Computación Cuántica con José Ignacio Latorre. Quería entenderla mejor y sobre eso trató mi tesis. 

¿Y después? 

Al terminar el doctorado, trabajé como investigador durante varios años en Australia y Alemania, donde también fui profesor. Después regresé a Donostia, al DIPC, gracias a Ikerbasque. Poco después fundamos Multiverse, que al principio estaba centrada en temas de computación cuántica. Nos dimos cuenta de que algunas de las técnicas que yo mismo había desarrollado años antes (como por ejemplo, para simular ordenadores cuánticos o estudiar las fases de la materia) también podían aplicarse para mejorar la inteligencia artificial. Esto ocurrió hace unos cinco años, cuando vimos que la IA era realmente importante en nuestro campo. A partir de ahí, todo fue escalando hasta el punto de que hoy en día la usamos para muchas cosas. 

¿Una disciplina ayuda a la otra?

Efectivamente. Fue una conexión inesperada. Cuando investigaba en Australia, desarrollando métodos para simular computadoras cuánticas, lo último que podía imaginar era que, años más tarde, ese tipo de técnicas matemáticas se aplicarían para mejorar los algoritmos de inteligencia artificial. Era lo último que tenía en mente. Esto también pone en valor la ciencia básica: las aplicaciones siempre acaban apareciendo, no hay ninguna excepción, pero siempre vienen a posteriori. En ningún momento se nos ocurrió a nosotros que aquello acabaría sirviendo para desarrollar IA. 

Definición de la computación cuántica y la IA

¿Qué es la computación cuántica?

Es un nuevo modelo de computación que realiza cálculos utilizando sistemas cuánticos, como átomos o moléculas. Aprovecha las leyes de la física cuántica para manipular la información de forma distinta a los ordenadores clásicos. Puede resolver problemas que un ordenador convencional jamás podría abordar.

¿Cómo define la IA?

No es fácil, tiene muchas. Yo diría que es un conjunto de programas computacionales a los que le hemos enseñado a predecir respuestas de forma estructurada e “inteligente”. ¿Se puede decir que piensan? Quizá sí... ni siquiera sabemos bien qué es la inteligencia. La IA sirve para todo: para optimizar procesos, hacer predicciones, reconocimiento de imágenes, procesamiento de textos... Igual que la computación cuántica, con el tiempo le encontraremos todavía más usos.

¿Qué son los qbits?

¿Cuál es la base de la computación cuántica? 

Los bits cuánticos, también llamados qbits. Los procesadores del ordenador o los dispositivos estándar que conocemos, a nivel muy fundamental, están basados en ceros y unos (variables binarias). En computación cuántica no tenemos los bits, tenemos los que he mencionado. Éstos pueden estar en cero, en uno o en los dos a la vez. Los físicos llamamos a esto superposición.

Ahí entra la cuántica. Hasta que no los observamos están en las dos formas.

Exactamente. Mientras no observes el sistema puede coexistir en los dos a la vez. Es una de las rarezas de la física cuántica que aún no comprendemos del todo, pero que definitivamente existen. Los átomos pueden estar excitado, desexcitado o en una superposición de ambos estados. Esto esta comprobadísimo. La física cuántica es la teoría física que más se ha testeado en la historia de la humanidad.

"Cuando nos adentramos en cosas muy pequeñas la física clásica deja de funcionar"

Es muy complejo, a simple vista el ser humano no es capaz de verla. 

Tenemos una intuición clásica, basada en el mundo macroscópico que nos rodea. Pero cuando nos adentramos en cosas muy pequeñas, como átomos o moléculas, la física clásica deja de funcionar. Ahí es donde entra la física cuántica. A medida que empiezas a agregar átomos y más átomos, los efectos cuánticos se vuelven cada vez más pequeños y menos perceptibles.

¿Qué supone para Euskadi tener un ordenador cuántico? 

Posiciona a Euskadi dentro del mapa mundial. El que va a llegar va a Donostia ser el más potente de Europa y uno de los más potentes del mundo. La máquina es un catalizador: se va a generar un ecosistema aún más grande porque vendrá mucha gente, start ups, investigadores, financiación... Es como plantar un árbol y alrededor crecerá un bosque muy bonito.