El próximo 19 de julio el Alarde de Antzuola estrenará nueva marcha, después de haberse acordado cambiarla para “reforzar el futuro” de este símbolo del patrimonio cultural antzuolarra y asegurar, así, “la cohesión de la ciudadanía, a pesar de haber discrepancias sobre la necesidades de modificarla”, reza el escrito que suscriben el Ayuntamiento, Alardearen Elkartea, Alboradak Txistulari Taldea, Oinarin Dantza Taldea y otras personas. La nueva melodía, creada por el músico local Ion Gurutz Biteri, con la colaboración de los txistularis, ha tenido esta tarde su puesta de largo en el acto celebrado en Olaran etxea.
Esta composición alumbrada en 'casa', sustituirá a la tradicional “Marcha de Fusileros para pífanos y tambores', firmada por el andaluz Manuel Espinosa en 1761. El año pasado el Consistorio ya expresó su deseo de reemplazarla porque, según manifestó públicamente, se trata “del himno español de la casa real de los Borbones y nos parece oportuno modificarlo, por la simbología colonial que tiene, y que no se corresponde con nuestra identidad”.
Inmediata reacción
Aquellas intenciones, a las puertas de la celebración del Alarde, provocaron la inmediata reacción de algunos colectivos que toman parte en el principal rito de autoafirmación de la comunidad antzuolarra. Consideraron que la decisión se estaba adoptando sin consensos y en una sola dirección, a pesar de poder compartir la necesidad de una actualización. Meses después se abrió el debate.
Así, mientras la representación de 2024 se desarrolló con la pieza de Espinosa, la de tercer sábado del próximo julio albergará el estreno de la nueva obra, que se ha debatido en el marco del proceso llevado a cabo entre noviembre y marzo, bajo la coordinación de los especialistas de Farapi Kooperatiba Elkartea. “En las ocho sesiones de trabajo realizadas, nos hemos reunido alrededor de una veintena de personas, representantes de los colectivos mencionados y otros vecinos y vecinas que se mueven alrededor del Alarde. Se han trabajado las distintas visiones y opiniones que teníamos sobre el cambio de la marcha”, apunta el comunicado.
Fortalecer la Comisión del Alarde
Los encuentros también han servido para consolidar la Comisión del Alarde, concretando sus objetivos y modo de funcionamiento, e identificando los principios básicos de la identidad del acto más simbólico de las fiestas antzuolarras. Concluido el proceso, de cuyas conclusiones se ha informado este martes en la reunión abierta a la ciudadanía, los participantes muestran su “satisfacción por la cantidad de personas" que se han implicado “de manera responsable y firme para poder llegar a acuerdos”.
“Creemos que el futuro del Alarde de Antzuola está en la base de este trabajo colectivo. Todas las personas participantes coincidimos en la necesidad de fortalecerlo, a pesar de tener diferentes opiniones”, indican, a la vez que llaman a la ciudadanía a tomar parte y apoyar “este esfuerzo conjunto que estamos realizando”.
Cambios en la representación
A lo largo de su trayectoria, Antzuolako Alardea ha experimentado una serie de cambios; el último y más significativo fue en 2009 con la dignificación de la figura del moro-califa, un remozado discurso y una puesta en escena adecuada a la realidad actual. “Gracias a los diferentes agentes del momento, pudimos adaptar la fiesta a los valores de la época, convirtiéndola en una seña de identidad popular”, señalan.
En esta ocasión, y con el fin de “reforzar aún más” esta revista de armas, renovada y rejuvenecida, se ha trabajado, por un lado, en cómo dar más cuerpo a la Comisión, y por otro, en el cambio de la marcha. Como resultado: la nueva pieza sonará por primera vez en la tarde del 19 de julio.