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Las aventuras de un ciclista de Zumarraga en China

El zumarragarra Nicolas Alustiza ha tomado parte en el Tour de Hainan con el equipo Euskaltel-Euskadi

Las aventuras de un ciclista de Zumarraga en ChinaEuskaltel-Euskadi

El ciclismo ha sufrido grandes cambios: se están organizando pruebas en todos los continentes y los equipos más modestos tienen que participar en las carreras que se disputan en lugares exóticos para conseguir los puntos que necesitan para poder tomar parte también en las pruebas más prestigiosas. Así, el equipo Euskaltel-Euskadi ha tomado parte estas últimas semanas en dos pruebas de Asia: el Tour de Taiwan y el Tour de Hainan (China). En la primera participó el urretxuarra Xabier Isasa y en la segunda el zumarragarra Nicolas Alustiza. Quién les iba a decir cuando se inscribieron en la escuela de ciclismo de la sociedad Goierri que acabarían compitiendo en Asia...

El Tour de Hainan se disputó la semana pasada. Hainan es la isla más grande China (si exceptuamos Taiwan) y está situada al sudeste del país, cerca de Laos y Vietnam. Tiene una superficie similar a la de Bélgica y una población de 10 millones de habitantes. El monte más alto de la isla tiene una altura de 1.876 metros y sus playas son las más populares de China. De hecho, miles de chinos pasan sus vacaciones en la ciudad donde acabó la carrera: Sanya.

Los ciclistas viajan mucho, pero no por turismo. “Antes de ir a China, corrí en Valencia, Mallorca, Portugal, Galicia, Bélgica y Catalunya. En Catalunya había equipos punteros, por lo que lo de China parecía otro deporte. El ritmo, el recorrido y el modo de correr eran totalmente distintos. Podía parecer que habíamos vuelto a aficionados, pero allí también era muy difícil ganar. Aunque el ritmo es más bajo y tienen otro modo de entender el ciclismo, allí también hay que dar pedales. De todos modos, en Catalunya la cabeza del pelotón estaba reservada para otros y en China anduve delante. Pero los puertos no eran muy duros y en la etapa más dura llegamos unos 40 en el primer grupo”.

Experiencia positiva

Ha sido una experiencia positiva, pero dura. “Hemos andado bien y la experiencia ha sido muy bonita, pero el calor y la humedad han sido terribles. El viaje de ida duró 24 horas y además allí son seis horas más. Llegamos muy cansados. No sabíamos lo que nos pedía el cuerpo: comer, no comer... Cuando bajamos del avión, recibimos un golpe de calor y humedad. Todo era verde. Afortunadamente, las carreteras eran buenas y cuando salíamos a entrenar los coches y las motos nos respetaban mucho”.

En cuanto al paisaje, todo le ha parecido similar. “Al tratarse de una isla, hemos hecho muchos kilómetros junto al mar. Todo era playas y árboles. La humedad era tal, que no podíamos respirar bien. En las ciudades hay muchos rascacielos y los pueblos son pequeños y humildes”.

No tiene queja de los hoteles, pero la comida no le ha gustado tanto. “Los hoteles eran buenos, pero la comida... Había arroz, pero comer arroz todos los días... Para conseguir proteínas tenemos que comer carne, pero le echaban muchas especias. No sabíamos bien lo que estábamos comiendo y teníamos que andar con cuidado para no tener problemas de estómago. Iba desganado al comedor. Comía más a gusto lo que nos suelen dar en carrera. Los compañeros que fueron a Taiwan nos han dicho que la comida de allí era mejor”.