Roberto Sologaiztua se licenció como veterinario hace 37 años y, desde el año 2000, está al frente de la perrera comarcal de Debabarrena ubicada en el término municipal de Eibar, camino de Elgeta. En este 2025 cumple 25 años en este puesto, tiempo más que suficiente para ver cómo ha cambiado la relación de la sociedad con los animales. Se han reducido los abandonos y en las perreras se aplica la norma de 'eutanasia cero' tras la implantacion de la Ley de Bienestar Animal que potencia su papel como centros de adopción

Desde su larga experiencia como veterinario y responsable de la perrera, ¿cómo ha cambiado su trabajo en estos últimos 25 años?

Ahora la sensibilización hacia los animales es mucho mayor. Son muy raros los casos de abandono y, además, es mucho más fácil encontrar a los dueños de los que llegan a nosotros por medio del microchip de identificación. Antes, podíamos encontrarnos con 14 o 15 perros en la perrera a la vez. Ahora, si tienes un perro y, por lo que sea, no lo puedes atender, tienes que darle una solución a ese problema, buscando un nuevo dueño para él, por ejemplo. Antes lo soltabas en la calle, en un lugar alejado de tu casa, o, en el peor de los casos, tomabas una decisión más drástica y acababas con su vida.

¿Qué importancia ha tenido el microchip en esa mejora?

Ha sido clave. Hace 25 años no había ningún perro identificado. Hoy el 95 % lo lleva porque es obligatorio desde los tres meses de edad. Gracias a eso localizar a un dueño es mucho más fácil. El problema viene cuando los perros no están identificados.

“Antes podíamos tener 14 a 15 perros a la vez en la perrera, en estos momentos hay solo tres”

¿Cuántos perros tienen en estos momentos en la perrera?.

Tenemos tres, todos recogidos por la policía municipal. Estamos las 24 horas de guardia, los siete días de la semana, y, cuando recibimos el aviso de que se ha localizado un perro suelto, acudimos a buscarlo, como ha sucedido en el caso de los tres que tenemos ahora. El primer paso fue tratar de identificar a los dueños con la lectura del microchip pero, al no disponer de él, no nos quedó otro remedio que trasladarlos a la perrera.

Un vecino de Eibar visita las instalaciones para ver los perros que acoge y estudiar la posibilidad de adoptar uno de ellos. Aitor

Facilidades de adopción

¿Qué futuro les espera ahora a estos tres perros?

Hoy en día no se sacrifica ningún animal. Permanecerán con nosotros hasta que encuentren un hogar. Para eso colaboramos con la asociación protectora Marcan Huella. Damos todas las facilidades del mundo para poder adoptar. Los que están interesados pueden pasar por las instalaciones, ver los perros y elegir aquel que más se asemeje a lo que están buscando. Poco a poco, todos los animales van saliendo, aunque a veces el proceso es largo. Ha habido un par de casos en los que los perros han permanecido en la perrera más de cuatro años.

Supongo que habrá perros más fáciles de dar en adopción que otros.

Sí, depende del tamaño, la edad y la raza. Los dos mestizos pequeños que tenemos ahora seguramente saldrán pronto, ya que hay gente interesada en ellos. La hembra de pitbull lo tiene más complicado porque es mayor y requiere experiencia la hora de tratarla. Además, hace falta licencia y un seguro especial para poder tener un ejemplar de este tipo. Seguramente se quedará conmigo mientras yo esté aquí.

“Hay una mayor conciencia animal; los casos de abandonos de son muy raros”

¿Ha cambiado el tipo de can que llega a las instalaciones?

Mucho. Antes recogíamos sobre todo pastores vascos y perros de caza, como setters o pointers. Hoy encontramos de todo, desde ejemplares de razas que cuestan 1.500 euros hasta mestizos sin raza definida.

Anécdotas y nuevas instalaciones

¿Con qué otros animales han tenido que lidiar en su trabajo en estos 25 años?

Nuestras función se circunscribe al control de perros y de palomas, pero en estos años hemos vivido de todo, desde la ayuda al control de buitres, a recoger una víbora en plena calle o a rescatar un corzo que se había colado en el polideportivo de Ipurua de Eibar. También hemos sacado un jabalí atrapado en una acequia. No es nuestro trabajo, pero cuando surge una urgencia solemos acudir porque solo los que estamos más a mano.

Desde hace tiempo se viene hablando de la puesta en marcha de un nuevo centro de recogida y bienestar animal como sustituto de la actual perrera de Eibar. ¿En qué punto está el proyecto?

Sería un modelo más moderno y con mejores condiciones para los animales. Es algo muy necesario, pero de momento no pasa de ser un proyecto. Las cosas en palacio van despacio, aunque estoy convencido de que finalmente se hará.