"Convirtió su vocación en una lucha por la vida en el corazón de la guerrilla salvadoreña, en las montañas de Chalatenango, entre 1983 y 1992. Igual que muchos otros y otras internacionalistas, guiada por el ideal de un mundo más justo, Beatriz Yarza, Aloña, se unió a esta causa, y la guerrilla le dejó experiencias y personas que la marcaron para siempre". Así se presenta el libro 'Guerrillas para la vida' (Txalaparta) que recoge las memorias de esta oñatiarra, y que este 11 de abril, de la mano de su protagonista, tendrá su puesta de largo en kultur etxea (18.30 horas). En el acto, la médica internacionalista estará acompañada de la editora Ane Eslava.

En este trabajo Yarza narra sus nueve años en la guerrilla salvadoreña salvando vidas en condiciones extremas. En hospitales de campaña o refugiándose en tatús, huyendo de bombardeos o compartiendo momentos de convivencia, atravesó los días más duros y los más humanos. “Siempre de manera colectiva y con un ingenio extraordinario, lograron improvisar con recursos mínimos soluciones médicas imprescindibles, capaces de salvar vidas en condiciones extremas. Su vínculo con El Salvador nunca se rompió, y ahora, al mirar atrás, recoge lo vivido en un testimonio que demuestra que, incluso en el fragor de la guerra, la vida puede deslumbrar”, avanzan sobre este relato único, que desgrana una historia real de “lucha e internacionalismo, vínculos humanos y vivencias intensas, llena de emoción”.

Hasta los Acuerdos de Paz de 1992

Beatriz Yarza (Oñati, 1956) es médica especializada en Medicina Tropical, formada en Valladolid y Amberes. En 1982, se unió a Médicos Sin Fronteras para trabajar en los campamentos de refugiados salvadoreños en Honduras, en un contexto de represión gubernamental y escalada de la guerra civil en El Salvador. Un año más tarde, decidió incorporarse a la guerrilla salvadoreña, donde permaneció como médica hasta la firma de los Acuerdos de Paz en 1992. Desde entonces, ha dedicado su vida a proyectos de desarrollo en salud, agua, saneamiento y empoderamiento de mujeres en ese país, donde residió hasta principios de 2020. Retornó a Euskal Herria en 2023.