Si algo distingue a Buruntzaldea es la sidra, el producto estrella de la comarca y uno de sus principales motores económicos. Hace casi dos meses comenzó la temporada del txotx en Gipuzkoa, una época del año en la que tanto turistas como gente local abarrotan las sidrerías del territorio en busca de una experiencia gastronómica cuyo éxito parece no tener fin.
Jon Torre, de la sidrería Petritegi de Astigarraga, realiza un balance muy positivo de lo que ha dado de sí la temporada hasta el momento: “La respuesta de la gente está siendo buena desde mediados de enero. La clientela nos transmite su satisfacción de manera constante y percibimos que la nueva cosecha de sidra gusta mucho, lo que es imprescindible para nosotros”.
Novedades de esta temporada
Desde Petritegi llevan a cabo visitas guiadas, una experiencia cultural que busca que los clientes conozcan los secretos de la bodega. Según Torre, esta iniciativa cada vez tiene más repercusión entre sus visitantes: “Estamos recibiendo mucha afluencia de gente tanto entre semana como los fines de semana. Además, en la tienda de la bodega también estamos vendiendo más sidra que en años anteriores. A los clientes les llama mucho la atención los diferentes estilos de sidra que ofrecemos (denominación, ecológica, monovarietal, espumosa, cider...)”.
Otro de los aspectos que Torre destaca de esta temporada es la experiencia Sagar Kata, una novedad consistente en la introducción al mundo de la manzana y la sidra: “Ofrecemos una cata de cuatro de nuestros productos más especiales y, para redondear, se degusta el menú típico de sidrería”.
Asimismo, durante todo el año estará disponible la propuesta denominada Elabora tu propia sidra, la cual antes solo se podía disfrutar durante la época de cosecha de manzana. “Esta actividad consiste en que los visitantes vivan en primera persona parte de la elaboración de sidra: recogida de la manzana con la kizkia, triturado de las manzanas y prensado de la patza hasta obtener el mosto, que se prueba recién obtenido”, cuenta Torre.
Seis generaciones de sidreros
Entre los puntos fuertes que consolidan a Petritegi como un establecimiento de referencia, Torre destaca la rica historia que atesora la bodega: “El año que viene se van a cumplir 500 años de la fundación del caserío lagar, allá por 1526. Nuestra familia lleva desde finales del siglo XIX al frente de la actividad sidrera y ya son seis generaciones de sidreros al frente de la bodega”.
El espíritu pionero e innovador de la familia, que tanto caracteriza a Petritegi, es otro punto a tener en cuenta. Desde la diversificación de producto hasta la sostenibilidad, el objetivo de la familia es la “pervivencia de la cultura sidrera local, la manzana autóctona y la tradición”, expresa Torre, quien también pone en valor la participación social de la sidrería, que forma parte de muchas actividades culturales, deportivas y gastronómicas que se celebran tanto en Astigarraga como en otros lugares de Gipuzkoa.
Sidra de gran calidad
Por su parte, Xabier Trejo, de la sidrería Saizar de Usurbil, detecta “mucho entusiasmo” de quienes visitan el establecimiento. Además, “la calidad de la sidra de este año es excelente, y eso siempre es un motivo de orgullo. Ha sido un año complicado por la cantidad escasa de manzana y por una cosecha prematura. No obstante, como resultado hemos obtenido sidras de gran aceptación”, señala.
Para Trejo, lo más positivo de la temporada es, sin duda, “la fidelidad de nuestra clientela y la llegada de nuevos visitantes que desean descubrir la experiencia del txotx. También valoramos mucho el ambiente que se crea en la sidrería: la gente viene con ganas de disfrutar, y eso se nota. Cada temporada es especial, pero este año hemos notado un mayor interés prematuro, la campaña ha empezado antes y mucha gente se ha acercado a probar la nueva sidra con mucha antelación.”
Innovación y tradición
Desde el punto de vista de Trejo, una de las claves del éxito de Saizar reside en la apuesta por la innovación dentro del respeto a la tradición y la calidad. “Llevamos muchos años dedicándonos con pasión a la sidra, cuidando cada detalle desde el manzanal hasta el vaso. Disponemos de sofisticadas instalaciones, un modelo de bodega. Todo perfectamente equipado y acondicionado con parking propio. Además, ofrecemos una experiencia completa: buena sidra, gastronomía tradicional y un ambiente inmejorable”, indica orgulloso.
Al igual que en Petritegi, en Saizar se organizan visitas guiadas y catas especiales para quienes buscan ampliar sus conocimientos sobre el mundo de la sidra, al tiempo que preparan eventos gastronómicos en colaboración con productores locales. Y, como siempre, “seguimos comprometidos con la calidad y la autenticidad de nuestra sidra”, concluye Trejo.