Sarampión. Es una enfermedad vírica, los antibióticos no sirven para nada, muy contagiosa, que se transmite por el aire. El sospechoso, siempre con mascarilla y en su casa. Se caracteriza por unas típicas manchas en el interior de la boca, de color blanco y en la piel de color rojo, de ahí su nombre “elgorria” en euskera.
Los síntomas empiezan hacia los diez o doce días después de la exposición al virus y consisten en fiebre, tos, goteo nasal y conjuntivitis, seguido de la aparición de las manchas en la piel. Estas manchas duran cinco o seis días, empiezan en la cara y se van extendiendo por todo el cuerpo.
Las complicaciones (diarrea, otitis, neumonía, encefalitis, convulsiones) son más frecuentes en los menores de 5 años y mayores de 20, sobre todo si tienen otros problemas de salud. Puede suponer complicaciones para las embarazadas.
Parece que tenemos una cepa africana del virus entre nosotros. Cualquier persona que tuviera esos síntomas debe ponerse la mascarilla, desechar inmediatamente los pañuelos usados y lavarse las manos con frecuencia, con agua y jabón o con gel hidroalcohólico y, sin salir de casa, para no repartir el virus por su barrio y vecindad, notificárselo a su médico. Él sabrá como actuar.
La mejor manera de prevenir la enfermedad es la vacunación. Casi todos los niños vascos están vacunados –junto con la parotiditis, rubeola y varicela–, salvo los hijos de los virólogos de taberna, que tienen sólido criterio propio y no conseguimos engañarles. Pero las personas de otras latitudes, en las que no existe un calendario de vacunas como aquí, pueden verse afectadas. Es el caso de la treintena de personas adultas jóvenes diagnosticadas en Bizkaia.
Ucrania
Tengo dos “nietas postizas” ucranianas, de Chernóbil, cuyo padre está en el frente, lo que me posiciona sobre el conflicto cuyo resultado conocemos tiempo ha. He seguido con especial tristeza e indignación la invasión por el sátrapa ruso, lógica tras las provocaciones de los pretendidamente demócratas que terminaron por involucrarnos a todos en un conflicto cuyas consecuencias ya estamos pagando.
“Nunca os abandonaremos”. Frase que EEUU –y Europa– utilizó con los ucranianos, mientras les suministraban material de guerra, en ocasiones, de desecho. Pero les mintieron, como ocurrió con los vascos a finales de los cuarenta, con los vietnamitas, afganos y con tantos otros. Lo que la historia nos enseña es que EEUU está con sus “socios” mientras le reporte algún tipo de beneficio. Cuando éste desaparece, se esfuma también el apoyo “duradero e incondicional”.
En el caso de Ucrania, el abandono estaba claro desde que fue evidente que las tropas de Zelenski no tenían opción de ganar la guerra, a pesar de las mentiras interesadas que en sentido contrario repitieron los líderes de Washington y Bruselas.
El primer síntoma fue la ausencia de Zelenski en la toma de posesión de Trump, a pesar de sus intentos.
El miércoles, Trump habló por teléfono con Putin y acordaron el inicio de conversaciones para un alto al fuego, sin contar para nada con Zelenski. Luego, cerrado el acuerdo con Putin, habló con Zelenski para transmitirle las órdenes correspondientes.
Ucrania capitulará, aunque los medios occidentales maquillarán la derrota, y perderá todos los territorios que actualmente ocupan los rusos, además de haber perdido “para nada” cientos de miles de soldados y la destrucción de buena parte del país. Un saldo devastador, como ocurrió en Vietnam, Afganistán, Libia, Irak, Siria.... Zelenski, un muñeco roto, ya está en el contenedor de la basura. Errefuxa. Y EEUU comenzará a cobrar en especie todo el capital invertido en armas y tecnología para matar. Nihil novum sub sole.
Veterinario y poeta
Se cumple el décimo aniversario del fallecimiento del veterinario militar y poeta Manuel Alvarez Ortega, nacido en Córdoba el 4 de marzo de 1923.
En 1949 fundó y dirigió la revista Aglae, desde la que daría a conocer la poesía francesa que luego recogería en obras como Poesía francesa contemporánea (1967) y Poesía simbolista francesa (1975), además de traducir a André Breton, Saint-John Perse, Guillaume Apollinaire y otros, destacando su última antología, Veinte poetas franceses del siglo Veinte (2001).
Por su fecunda obra literaria, recibió el Accésit al Premio Adonais en 1953; Premio Nacional de Traducción en 1967; Premio de la IV Bienal de la Poesía de León en 1976; Premio de Poesía Ciudad de Irun en 1978; I Premio Mundial de Poesía de la Fundación Rielo en 1982 y Premio de las Letras de Córdoba en 1999.
En mayo de 2001, la Universidad de San Galo (Suiza), junto a una treintena de escritores y poetas españoles, presentó ante la Academia Sueca su candidatura al Premio Nobel de Literatura, reiterada también en mayo de 2003 por el Círculo de Bellas Artes de Madrid. No tuvo éxito. Quizás, fue víctima de la leyenda negra. Está claro que este coronel no necesitaba a nadie que le escribiera.
En nuestra “familia” veterinaria, a veces, surgen este tipo de especímenes desconocidos que nos enorgullecen a todos y que destacan en la mediocridad cultural en la que nos toca vivir. Una fundación en Córdoba, que lleva su nombre, vela por su memoria.
Gerald Parker
Veterinario tejano recién nombrado por Donald Trump, director de la Oficina de Política de Preparación y Respuesta ante Pandemias de la Casa Blanca. El Dr. Parker, decano asociado de Global One Health en la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de Texas, deberá enfrentarse como uno de sus primeros retos a la propagación de la gripe aviar H5N1. Otro son los terraplanistas y antivacunas, con mando en plaza en el gobierno de los aranceles.
Hoy domingo
Chorizo de Fermoselle, traídos por una amiga que viajó allí con el IMSERSO. Garbanzos con langostinos. Kokotxas de bacalao en salsa verde. Naranja. Tinto Miguel Angel Muro. Agua del Añarbe. Café y petit fours de Oa.