Rakel y Vanessa Blanco Cobos llevan casi 20 años viajando juntas. Hace ocho años Vanessa probó el submarinismo y desde entonces han buceado en las aguas de varios océanos. Estos últimos 20 años han visitado muchos países. “Hemos estado en Vietnam, Tailandia, Sri Lanka, Maldivas, Argentina, Cuba, Panamá... Algunos lugares nos han gustado mucho y hemos vuelto. En Camboya y en Cuba, por ejemplo, hemos estado dos veces. Y a Filipinas hemos ido en cuatro ocasiones. Nos gusta viajar tranquilas, sin prisas. Por eso solemos repertir destino: para ver lo que no pudimos ver durante el primer viaje”, comentan las dos hermanas de Zumarraga.

Al principio siempre viajaban juntas, pero desde 2019 Vanessa ha viajado sola en varias ocasiones. No en vano, tiene más libertad en su trabajo. Cuando llegan a un destino, les gusta utilizar el transporte público, para conocer a la gente del lugar. “En Sri Lanka, por ejemplo, la mayoría de la gente alquila un tuc tuc o un coche con chófer. Nosotras utilizamos el tren y el autobús, para mezclarnos con la gente. Tiene más gracia. En Sri Lanka el tren iba a 20 kilómetros por hora, entre plantaciones de té”.

Las dos hermanas de Zumarraga que bucean entre tiburones

Las dos hermanas de Zumarraga que bucean entre tiburones

Los viajes los organizan ellas mismas. “La mayoría de la gente viaja con todo atado y el día a día muy programado. Si lo haces por tu cuenta, tienes más libertad: lo organizas todo tú misma, vas a donde te apetece... Además, así se hacen más amigos”, explican. Nunca se han sentido en peligro. “Nunca nos hemos sentido en peligro, pero en algunos países musulmanes hay que respetar ciertas reglas. En Maldivas, por ejemplo, no puedes ir en bikini. Y en Sri Lanka no nos dejaron entrar en un templo porque llevábamos mallas”, recuerdan.

Los mejores sitios para bucear

Los países que más le gustan a Rakel son Argentina y Sri Lanka, pues tienen una gran diversidad. “En Argentina y en Sri Lanka se puede hacer de todo: submarinismo, monte, recorridos históricos, ver animales, arqueología...”. A Vanessa también le gustan mucho esos dos países, pero es una apasionada del submarinismo y le encanta Maldivas. “Maldivas es el mejor lugar del mundo para bucear. Las Filipinas también tienen un fondo marino muy bonito, pero la vida marina que hay en Maldivas no la encuentras en ningún otro lugar. En Baja California hay peces muy grandes, pero me gustan los tiburones y en ningún lado hay tantos como en Maldivas”, explica.

Los tiburones tienen mala prensa, pero Vanessa dice que no son peligrosos. “No nos metemos en jaulas para hacer submarinismo entre tiburones. Si no hay comida de por medio, no son peligrosos. Han llegado a pasarme por al lado. Eso sí, siempre debes tenerlos en tu campo visual. Y si ves que se acercan de forma peligrosa, debes apartarles el morro. Pero nunca me ha tocado hacerlo”, comenta.

"Los tiburones, si no se sienten amenazados, no atacan"

Consideran que Steven Spielberg hizo mucho daño con su película 'Tiburón'. “La gente cree que son agresivos y si tienes una herida y huelen tu sangre van a atacarte. Pero no es así. No les gusta la sangre humana. Pueden morder para saber lo que es, pero no les gusta. Si no se sienten amenazados, no atacan. Se acercan a las personas por curiosidad. Eso sí, no hay que hacer movimientos bruscos”, señala.

Dicen que otros peces son más peligrosos. “El pez espada es más peligroso que los tiburones. Come sardinas y estas se te acercan en busca de protección. Las tienes que alejar, pues el pez espada se acerca a gran velocidad y te puede atravesar de lado a lado”.

Curso de instructor de buceo en Filipinas

En diciembre fueron a las Islas Filipinas. Rakel ha pasado dos semanas allí y Vanessa se va a quedar cinco meses. “Voy a hacer el curso de instructor de buceo. Mi intención es ser profesora. Me da igual dónde. Eso sí, en aguas templadas. He ido trece veces a Maldivas y me imagino que me quedaré allí”.

También le hace ilusión visitar Japón con su hermana. “Otro de los lugares en el que no hemos estado es África. Me da un poco de miedo ir, pues seguro que me encantará bucear allí...”. Concluyen comentando que bucear es muy relajante. “Debajo del agua sientes una gran paz. Se te olvida todo lo de la superficie. Es muy relajante”.