En Beasain, un rincón lleno de magia se prepara para despedirse. La tienda de regalos y papelería Oskarbi, que durante más de tres décadas ha sido parte esencial de la vida del pueblo, cerrará sus puertas próximamente. “Necesito cambiar de aires”, confiesa Garbiñe García, quien lleva al frente del negocio desde 2001, brindando continuidad al legado que sus padres iniciaron el 17 de agosto de 1992.
Hace apenas un mes, con lágrimas en los ojos, Garbiñe colocó en el escaparate los carteles de “liquidación total”, anunciando así que el fin de Oskarbi está cerca. “Es hora de dar paso a nuevas ilusiones”, explica con emoción, mientras reflexiona sobre su decisión de emprender un cambio radical en su vida.
Con Garbiñe, Oskarbi se transformó en un referente en regalos y productos pensados especialmente para los más pequeños
Un sueño hecho realidad
Oskarbi nació como respuesta a una pasión: el amor de Garbiñe por el mundo de la papelería. Desde pequeña, sentía fascinación por los bolígrafos, cuadernos y pegatinas de mil colores. Sus aitas, al ver esa ilusión, decidieron transformarla en realidad y abrieron una tienda que, años después, Garbiñe, con 24 años, tomaría bajo su responsabilidad, con mucho cariño y dedicación.
Oskarbi empezó como una papelería tradicional, que también ofrecía servicios de copistería y vendía prensa. Sin embargo, Garbiñe decidió darle un giro, especializándola y enfocándose en productos más creativos y atractivos para los niños. Introdujo juegos didácticos, material escolar llamativo y hasta maletas para los pequeños viajeros. “Quería traer cosas diferentes, originales”, comenta. De este modo, Oskarbi se transformó en un referente en regalos y productos pensados especialmente para los más pequeños de la villa y la comarca.
La necesidad de empezar de nuevo
Hace un tiempo, Garbiñe comenzó a sentir ansiedad; algo dentro de ella le pedía un cambio de aires, un nuevo comienzo en lo profesional. “Siempre he sabido que no me jubilaría en la tienda”, reconoce. Y es que Garbiñe estudió magisterio infantil; aunque nunca llegó a ejercer como profesora. Ahora, tras más de 20 años dedicada al negocio que sus aitas estrenaron, siente que es el momento de hacerlo. “Me encanta la tienda, es un trabajo muy bonito, soy feliz aquí, pero necesito empezar de cero”, explica con sinceridad.
Después de mucho reflexionar y dudar, Garbiñe ha tomado la difícil decisión de despedirse de Oskarbi e iniciar un nuevo camino como profesora. Aunque su vida dará un giro completo, seguirá vinculada al mundo de los niños, que siempre ha sido su verdadera pasión. A sus 44 años, está lista para abrazar este nuevo reto.
Aunque su vida dará un giro completo, seguirá vinculada al mundo de los niños. A sus 44 años, está lista para abrazar este nuevo reto
Sabe que dejar atrás lo que ha sido su día a día durante tanto tiempo no es fácil. No obstante, el apoyo constante de su familia y de los clientes, que con el tiempo se han convertido en amigos, le ha dado la fuerza necesaria para dar el salto. “Me han animado a perseguir mis sueños y les agradezco profundamente por todos estos años de confianza; gracias, gracias y mil veces gracias”, dice con gratitud.
Además, Garbiñe ya ha identificado el lado positivo del cambio, pues dejará atrás los horarios sacrificados del comercio y podrá disfrutar de más tiempo con su familia, especialmente con su hija.
Últimas semanas
Aunque aún no se ha fijado una fecha exacta para el cierre, Garbiñe tiene claro que no será más allá de enero. Durante ese mes, se desvanecerá la magia de Oskarbi y la persiana de este querido rincón de Beasain se cerrará para siempre.