La azkoitiarra Maite López Las Heras, poeta, escritora y traductora, afronta un intenso fin de semana coincidiendo con la Durangoko Azoka. El domingo atenderá a sus lectores en los stands de Susa y Alberdania, y participará en un festival poético en el recitará algunos poemas de Giorgios Seferis traducidos al euskera incluidos en el libro que publicó a comienzos del presente año. También ha sido noticia por haber ganado el primer premio en el apartado de poesía del XXXVIII Concurso de Literatura de Lasarte-Oria por Arkosen begian, pero la razón de la entrevista radica en su participación como ponente en un encuentro bajo el título Etorkizuneko klasikoak en el que el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la creación literaria estuvo muy presente. Atendiendo a cómo entiende la propia inteligencia artificial ChatGPT su papel como creadora, Maite López Las Heras expone su punto de vista sobre la creatividad y la IA. 

ChatGPT reivindica el carácter creador de la IA. Si se le pregunta sobre esa cuestión, su respuesta es rotunda: “Esta colaboración tecnológica no busca reemplazar a los creadores, sino complementarlos, facilitando una interacción enriquecedora. La IA plantea debates sobre la autoría y la esencia del arte, invitando a los poetas a reflexionar sobre su papel en un mundo donde las máquinas también crean”.

No podemos perder de vista que la máquina se alimenta de los recursos que un humano le ha dado. La máquina no sabe lo que hace: recoge y trata la información en base a unos criterios previos que le ha marcado quien la ha configurado. Yo entiendo la creación y la poesía como algo que nace de dentro, como algo profundo, que tiene que ver más con la emoción que con la capacidad de la IA de completar un puzzle ordenando una ingente cantidad de piezas a partir de unos algoritmos diseñados por un humano.

No creo que la IA puede hacer acceder al poeta de verdad a emociones nuevas que le eran desconocidas

La IA se reivindica señalando que gracias a ella se abre la puerta a la poesía a todo el mundo. De hecho, afirma que “a largo plazo, la IA puede democratizar el acceso a recursos creativos, potenciando voces emergentes y transformando la poesía en una experiencia aún más diversa e inclusiva”.

No estoy de acuerdo en que la literatura o la poesía se vayan a democratizar gracias a la IA. A nadie se le impide escribir un poema o una novela. No le veo sentido a crear poesía con inteligencia artificial. Si ya de por si se lee poca poesía, ¿quién va a leer un poema creado por una máquina? No creo que suponga ningún avance. La poesía no necesita de la inteligencia artificial.

La facilidad para generar contenidos poéticos y de otros estilos literarios, más allá de su calidad, puede generar una proliferación de publicaciones que podría ahogar al mercado literario, dificultando la tarea de hacerse con un hueco ante la abrumadora cantidad de obras editadas. Si a eso se le suman criterios de rentabilidad al decidir qué se publica y qué no, parece que estamos ante una situación complicada para ser escritor o poeta hoy en día.

Lo cierto es que en la actualidad ya hay una ingente cantidad de obra publicada en el mercado. La clave está en el gusto y en la inteligencia de los humanos a la hora de discernir qué es lo que busca en una obra y qué es lo que quiere leer, para poder elegir con acierto entre todo lo publicado. Tampoco se puede dejar de lado que la poesía no es rentable.En cierto modo, esa situación le puede hacer estar a salvo de la amenaza que puede suponer la inteligencia artificial.

Si algo está a salvo de ser sustituido por otra inteligencia que no sea la humana es la poesía

¿Ha sentido la tentación de utilizar la inteligencia artificial a la hora de afrontar un poema?

Como poeta, nunca considero que debo afrontar un poema, pues el verso nace desde dentro. La tentación de acceder a la IA puede ser atractiva para alguien que quiera trampear o acelerar la acción poética, o para quien es inexperto en la creación o no sienta la poesía tal y como yo lo hago. En cualquier caso, no comparto esa forma de concebir un poema. No creo que el poeta de verdad sea mejor gracias a la IA ni que le permita explorar emociones supuestamente desconocidas para él o ella hasta que ha entrado en contacto con esa herramienta.

¿Teme el día de que sus obras se tengan que medir a otras creadas por la inteligencia artificial?.

Lo cierto es que no. la Inteligencia Artificial como cualquier otra máquina o herramienta digital, es útil para materias que supongan un avance o contribuyan a la celeridad de alguna gestión. Si algo está a salvo de ser sustituido por otra inteligencia que no sea la humana, es la poesía. La poesía, que ya carece de lectores per se, no necesita competir, pues no es cuestión exclusiva de inteligencia, se trata, sobre todo, de emoción. La cuestión de la función del poeta en el mundo es tan antigua como la propia poesía, con lo cual podemos seguir diciendo, Nihil novum sub sole [Nada nuevo bajo el sol].