El dique del puerto de Mutriku se queda finalmente en su dimensión actual y no está previsto realizar ninguna obra de ampliación. Se trata de la decisión que ha adoptado el Gobierno Vasco y que ya ha sido trasladada a la corporación municipal integrada por las formaciones EH Bildu, PNV y Berdeak-Equo.
“La decisión del Gobierno Vasco es la siguiente: acabar y rematar el dique hasta donde está construido actualmente”, confirma el comunicado remitido ayer por el Consistorio de Mutriku, que se pronuncia sobre un plan que durante los últimos años no ha dejado de estar rodeado de controversia, con denuncias de la plataforma ecologista Mutriku Natur Taldea contra las obras de ampliación del dique que llegaron incluso hasta el Parlamento Europeo.
El Gobierno Vasco confirmó que el proyecto técnico de los trabajos que restan, entre ellos la construcción de “un tambor” para rematar la obra, estará a su disposición “en breve”, y una vez esté en su poder lo trasladará a la corporación.
Es el mensaje que trasladó ayer el Ayuntamiento en torno a una decisión de calado, teniendo en cuenta la oposición a la ampliación del dique que venía mostrando parte de la ciudadanía al entender que estaba “injustificada”.
El nuevo puerto de Mutriku se ideó en 2002. Según una memoria del Ejecutivo, las obras se iniciaron en 2005. Ya en 2006 el proyecto sufrió una primera modificación para implantar allí una central undimotriz (generación de energía merced a las olas).
En 2007 hubo temporales invernales y, en 2008, se aprobó un segundo modificado para “reforzar y aumentar el peso de los bloques”. Sin embargo, estos cambios aumentaron los costes previstos y contratados en 2005 y la Administración y las contratistas acordaron la rescisión de las adjudicaciones. El plan se quedó “a falta de completar 88 metros de alineación y el morro B del dique”. Durante este tiempo, Mutriku Natur Taldea ha venido advirtiendo de las posibles consecuencias al ecosistema de la zona, señalando en ese sentido que el interior portuario ha perdido gran parte de su capacidad de regeneración, que a su entender quedaría prácticamente anulada de ejecutarse la ampliación.
Un largo compás de espera en el que se ha defendido un proceso participativo que ayude a conocer la voluntad mayoritaria de los mutrikuarras sobre un asunto que ha generado y genera controversia en la localidad. El objetivo final, lograr una posición común frente al proyecto para ser defendida ante el Gobierno Vasco, que finalmente se ha pronunciado sobre los futuros planes.