Compresas, preservativos, aceites, colillas, restos de alimentos… y una lista inimaginable de productos son los que encuentran día a día en nuestra red de saneamiento las personas y entidades encargadas de su mantenimiento.

En la privacidad del baño, nos deshacemos de productos no aptos para ser arrojados por el retrete, tiramos de la cadena y creemos que el problema está resuelto. Pero nada más lejos de la realidad, ya que es justo entonces cuando empiezan los verdaderos problemas que tienen consecuencias económicas y ambientales.

Cada año toneladas de toallitas colapsan nuestra red de saneamiento. N.G.

Campaña ‘La mano misteriosa’

Para sensibilizar sobre esas malas prácticas, el Ayuntamiento de San Sebastián, Aguas del Añarbe y Fundación Cristina Enea han puesto en marcha una campaña bajo el lema La mano misteriosa, con el objetivo de provocar una reflexión individual y que cada persona piense si puede ser una de esas manos misteriosas que arroja elementos indebidos por el retrete.

Cartel de la campña "La mano misteriosa"

Cartel de la campña "La mano misteriosa" N.G.

La campaña, que centra su imagen en las toallitas húmedas por tratarse de un problema que se ha multiplicado en los últimos años, explica que cada año toneladas de toallitas colapsan nuestra red de saneamiento. Aunque la publicidad de estos productos pueda resultar engañosa, la realidad es que la gran mayoría de estas toallitas húmedas tienen una base textil y no son biodegradables. Además, se entrelazan con otros residuos y tienen una alta capacidad para provocar graves atascos en nuestros hogares, en las tuberías bajantes de las comunidades vecinales, así como averías e importantes daños en infraestructuras públicas como redes de alcantarillado, equipos de bombeo y estaciones depuradoras de aguas residuales.

Toallitas, aceite usado, medicamentos, pintura...

Las toallitas son un gran semáforo rojo, pero no lo son menos los aceites usados que tienen un alto poder contaminante y que también favorecen la obstrucción de las tuberías, así como otros productos que no se ven a primera vista, pero que los estudios demuestran con claridad que también se vierten incorrectamente: medicamentos, productos químicos, barnices y pinturas, etc.

Por otra parte, todavía está extendida la creencia de que los restos de comida, al tratarse de materia orgánica, no provocan ningún desperfecto. Sin embargo, además de provocar malos olores y gases peligrosos, también atraen a ratas y otras plagas.

La campaña advierte del daño que ocasionan las toallitas húmedas, los aceites o la medicinas

Consecuencias económicas y ambientales

Así, la gestión de los residuos indebidos, el mantenimiento de la red de saneamiento, las campañas de desratización, etc. suponen un importante impacto económico que se traduce en aproximadamente un sobrecoste de 5 € por persona y año.

Mantener la red de saneamiento libre de obstáculos es fundamental para evitar que puede colapsar y provocar desbordamientos. N.G.

Por todo ello, a través de esta campaña de sensibilización las tres entidades han unido fuerzas para dejar claro que el retrete no es el cubo de la basura y que únicamente debe desecharse lo que se conoce como las 3 Ps: pipí, popó y papel higiénico, es decir, orina, heces y papel higiénico. 

NUESTRA RED DE SANEAMIENTO, TAN DESCONOCIDA COMO INDISPENSABLE

La red de saneamiento sigue siendo totalmente desconocida para gran parte de la ciudadanía. Sin embargo, es esencial para el buen funcionamiento de nuestra vida cotidiana. Mantener la red de saneamiento en las mejores condiciones posibles y libre de obstáculos es fundamental ante episodios de fuertes lluvias. De lo contrario, la red se puede colapsar y provocar desbordamientos o inundaciones en las calles o vertidos de aguas residuales a los ríos y al mar.

Además, tal y como venimos comprobando, el cambio climático está provocando variaciones en los patrones de lluvia, con episodios más intensos, por lo que es imprescindible mantener la red adaptada y en buen estado. Así, para mantener todas las infraestructuras actualizadas sería necesario realizar año a año inversiones de millones de euros.

Lamentablemente, el vertido inadecuado de toallitas y otros residuos sigue siendo una costumbre irresponsablemente habitual. Para hacer frente a este problema, los trabajos de limpieza, inspección y control de vertidos se han multiplicado: el Ayuntamiento cuenta actualmente con cuatro camiones de limpieza, al que hay que añadir el de Aguas del Añarbe con un coste anual de casi 4 millones de euros.


La red de saneamiento en cifras


  • 862 kilómetros de tuberías. 
  • Más de 30.000 sumideros y rejillas repartidos por toda la ciudad.
  • 8 tanques de tormenta o de regulación.
  • La estación depuradora de aguas residuales de Loiola.
  • 4 estanques abiertos de regulación de las aguas pluviales.
  • El emisario submarino de Monpas.
  • 30 estaciones de bombeo de aguas pluviales y fecales.
  • 22 aliviaderos de redes unitarias.