La calle más estrecha de Gipuzkoa está en Urretxu. Se llama Kale Txiki (no podía ser de otra manera) y en su parte más angosta tiene apenas un metro. Encajonada entre las importantes calles Iparragirre y Jauregi, durante muchos años ha sido el patito feo de la parte vieja de Urretxu. Estrecha, mal iluminada, sin comercios.... casi nadie pasaba por Kale Txiki. Pero las cosas han cambiado: el patito feo se ha convertido en cisne. Se puede decir que Kale Txiki es uno de esos rincones con encanto que recomiendan las guías turísticas.
Pero... ¿a qué se debe este cambio? Para empezar, hace algunos años el Ayuntamiento abrió el local de ocio para adolescentes Gazte Bidean. La entrada principal está en la plaza Iparragirre, pero tiene otra en Kale Txiki, y además, junto a esta entrada hay un pequeño txoko en el que los jóvenes pueden sentarse a charlar. Si a eso le añadimos que Gazte Bidean ofrece conexión wifi...
Por otro lado, desde que se derribó el número 8 de la calle Jauregi, dicha calle y Kale Txiki están comunicadas. Antes eran calles paralelas, pero no estaban comunicadas. El Ayuntamiento adecentó ese paso y se ha convertido en un atajo para acceder desde las calles Nekolalde y Jauregi a la plaza Iparragirre. También se utiliza en sentido inverso, para acceder desde la plaza Iparragirre a la terraza del bar Goiko Kale.
Otros que le han cogido cariño a Kale Txiki son los propietarios de perros. No en vano, es un lugar tranquilo para pasear al perro. Y entre que en la plaza Iparragirre hay un local para el lavado de mascotas y cada vez hay más animales en las casas... Kale Txiki se ha convertido en un lugar tan apreciado por los propietarios de perros que el Ayuntamiento se ha visto obligado a colocar una papelera para las deposiciones de los perros y una señal en la que se recuerda que hay que llevar atados a los animales y recoger sus excrementos.
Iluminación
Y por si todo eso fuera poco, el Ayuntamiento ha instalado unos potentes focos para que pasar por Kale Txiki sea más seguro. Ha pasado de ser una calle oscura a estar más iluminada que el Reale Arena un día de partido.
En Kale Txiki no hay césped, pero sí una zona verde. Y la estrella de Kale Txiki no es un delantero goleador, sino un árbol exótico: un arce palmeado (acer palmatum) que en primavera y otoño llena de color la calle.
Este arce proviene de Asia. Concretamente, de Japón y Corea del Sur. Hay quien dice que también de China. Es un árbol pequeño. La mayoría de los ejemplares no alcanzan los diez metros de altura. Se utilizan como ornamento, pues en primavera y en otoño sus hojas cogen un color rojo muy llamativo y vistoso. En otoño las hojas brillan con especial intensidad.
Es un árbol asiático, pero se adapta bien a cualquier lugar en el que haya un clima templado. En Japón se planta desde hace muchos siglos y salió de Asia en el siglo XIX. Desde entonces, se ha plantado en muchos jardines de Europa y Norteamérica. También en Kale Txiki. No en vano, tolera bien estar a la sombra. Y en Kale Txiki el sol entra únicamente durante unas pocas horas al día. Kale Txiki, la calle bonsai.