Identificar y registrar aquellos edificios afectados por la presencia de amianto en sus instalaciones. Ese es el objetivo del inventario municipal que el Ayuntamiento de Arrasate va a llevar a cabo durante los próximos seis meses, dentro de una iniciativa de “prevención en salud” que medirá el grado de presencia de este material tóxico, que en 1978 el Parlamento Europeo declaró sustancia cancerígena. La actuación, además, se enmarca dentro de la Ley 7/2022 de residuos y suelo contaminados, que obliga a los consistorios a crear un censo y un calendario de acciones para retirar el amianto de las edificaciones.
“Con este estudio se pretende realizar un mapa interactivo de los inmuebles que contienen amianto, y conocer los riesgos reales antes de abordar cualquier intervención. Esta catalogación, a su vez, se incluirá en una base de datos de la CAPV que registrará los edificios afectados”, explica el Gobierno municipal arrasatearra.
Estudio histórico y ortofotografía
De este modo, a lo largo de los próximos meses se desarrollará un estudio histórico de las edificaciones como primer paso, acompañado de un chequeo aéreo para examinar los materiales existentes en la superficie de los inmuebles. “Se efectuará un análisis por ortofotografía de gran utilidad en los polígonos industriales”, precisan los responsables municipales.
Red de abastecimiento
Se pondrá el foco, asimismo, en la red de abastecimiento de agua. “Debido a que estas infraestructuras se encuentran bajo tierra, la intervención que va a acometerse será especial. Se tendrá en cuenta, por tanto, la antigüedad de las instalaciones, añadiendo una capa adicional al mapa de estudios para determinar qué posibles tuberías de suministro contienen amianto”, señalan desde el Consistorio.
Se trata de poder disponer de una herramienta de datos actualizados, que permitirá al Ayuntamiento emprender las gestiones pertinentes para que se vaya ejecutando el desmontaje progresivo de esta peligrosa sustancia para la salud y para el medio ambiente.
Las excelentes propiedades físicas y químicas, unidas a su bajo precio, hicieron que en el pasado el amianto se utilizara de forma frecuente, antes de que se conocieran sus consecuencias. Es el caso del sector de la construcción, donde su aplicación más extendida es el fibrocemento empleado en la elaboración de placas onduladas para tejados (uralita), persianas, tuberías y canalizaciones de agua; depósitos de almacenamiento de agua, tejas para techos, elementos de jardinería y decoración, entre otros usos.
En 2001 quedó prohibida cualquier actividad relacionada de producción, comercialización e instalación de amianto en el Estado Español. Pese a ello, muchos de los productos fabricados antes de esa fecha siguen instalados.
Calendario de actuaciones
Así las cosas, una vez de tener listo el censo de amianto, el Ayuntamiento arrasatearra tendrá que “pulir” los datos reunidos para establecer un calendario de actuaciones, y decidir cuáles van a ser los primeros edificios de los que se va a retirar esta peligrosa sustancia. La eliminación de elementos que contengan este material deberá seguir un protocolo especial de seguridad y salud.