Rita y Demetrio son los colosos de Aretxabaleta. Con tan solo dos meses y medio de vida a sus espaldas, tras su puesta de largo en Andramaixak, estos dos personajes de altura, que se han granjeado el cariño de los más pequeños, esperan impacientes el momento de aumentar la familia. Buscan contar con un equipo humano que les ponga a bailar y, de este modo, alumbrar la primera comparsa de gigantes en el municipio; sin duda, uno de los elementos más carismáticos de las fiestas.
“Creemos que es necesario contar con un colectivo de estas características en el pueblo. Tenemos a los nuevos gigantes, y ahora falta formar un grupo estable de porteadores”, explica el concejal de Cultura, Ibai Zangitu. La primera toma de contacto tuvo lugar el 11 de octubre con una sesión de puertas abiertas en las que “de momento, cuatro-cinco personas” mostraron su interés por enrolarse en la futura comparsa.
Pasión de altura desde txiki
A quien le ha hecho especial ilusión la llegada de Rita y Demetrio es a Andoitz Gómez Iturbe. La fascinación que le producen los gigantes desde bien pequeño no solo se ha mantenido, sino que ha ido creciendo. Con cuatro años iba de ruta con su aita y ama a Iruña y otras localidades para disfrutar de estas figuras. “Me parecían enormes con sus faldas al vuelo. Me impresionaba su tamaño, cómo bailaban, dominando la escena con esa altura”, relata Andoitz.
Su afición por estos personajes también se evidencia en la colección de miniaturas de goma que ha expuesto en más de una ocasión. Pero estas recreaciones a pequeña escala han sido solamente la punta del iceberg de una pasión que, como no podía ser de otra manera, late en vivo y en directo. Es miembro desde hace tiemp, de la comparsa de gigantes y kilikis de Arrasate (lo ha sido, asimismo, de la de Bergara), y colabora con la de Donostia, Tolosa, Beasain y Lekunberri, entre otras. “Me gusta estar con los gigantes; lo disfruto. En algunas comparsas necesitan refuerzos y tenemos un grupo de amigos, que estamos metidos en este mundillo, que andamos de un lado para otro”, apunta este aretxabaletarra de 16 años.
Cuestión de técnica y confianza
Es todo un experto. Afronta con muchas ganas la creación de una comparsa en su pueblo, asumiendo, a su vez, la tarea de enseñar el manejo de las figuras a quienes quieran iniciarse en este arte. “Hay que meter horas, dedicarle tiempo, aprender bien los pasos de las coreografías y a llevar al gigante equilibrado. Es una cuestión de técnica y de confianza. Cuando le coges el tranquillo engancha”, sostiene Andoitz, que de txiki, con las figuras que aún conserva en el garaje de casa, practicaba el baile que después ha ido perfeccionando con sus compañeros de Arrasate.
Obra de Xabi Mendizabal y Joanes Díez
Dos baserritarras elegantes, que han jubilado a sus antecesores, de 3,65 metros de alto y unos 50 kilos, que han salido de las manos de dos artistas: el oñatiarra Xabi Mendizabal y el lezotarra Joanes Díez. La figura masculina debe su nombre al txistulari y compositor Demetrio Iriarte, mientras que la mujer homenajea a las tres iñudes que amamantaron a los trillizos del palacio Arratabe de Aretxabaleta (Rita era una de las nodrizas). El Consistorio lanzó una convocatoria para bautizar a estos colosos que quieren reclutar a un equipo de porteadores que les hagan cobrar vida en sus salidas festivas.
Invitación para mayores de 16 años
Este es el primer paso. “La comparsa está abierta a mayores de 16 años. Animamos a participar, también a las mujeres”, insiste Andoitz, a la vez que destaca que los gigantes son “tradición” y un ingrediente “indispensable de las fiestas”.
Formado el grupo, después habrá que ponerle un nombre (de momento Atxabaltako konpartsa), y uniformar a las y los comparseros. “Es una apuesta que hemos hecho desde el Ayuntamiento. Vamos paso a paso. Empezamos con Demetrio y Rita, y para el próximo año la intención es incorporar dos figuras medianas para ir ampliando el número de componentes de la agrupación”, expone Zangitu.
“Es importante ir creando cantera para asegurar continuidad a la comparsa y darle más colorido”, añade Andoitz, que ve en los futuros personajes un reclamo para chavales como su hermano Ganix de 11 años, que sigue su estela.
Demetrio y Rita ya han pasado su prueba de fuego en Andramaixak y Sanmigelak a ritmo de kalejiras. Los protagonistas más altos de las fiestas, que arrancan las sonrisas de pequeños y mayores con sus espectáculos, quieren echar raíces en Aretxabaleta, y convertirse en embajadores del municipio llevando su alegría allá por donde pasen.