Corrado Masacci pisó suelo de Euskal Herria por primera vez en 1982 y tomó la decision de quedarse. Aquel joven, nacido en la localidad italiana de Rávena, traía en su maleta un puñado de marionetas de hilos, sus compañeras de un largo viaje profesional que está a punto de concluir, ya que el próximo año e llegará la edad de jubilación. En ese adiós rumbo a su retiro, Masacci ha hecho una nueva escala 42.º Euskal Antzerki Topaketak de Azpeitia, con una muestra de despedida que permanecerá abierta al público en la sala Betharram hasta el próximo 15 de noviembre. La exposición recoge algunas de las marionetas que ha presentado en esta localidad en los últimos diez años, así como algunas de sus últimas creaciones.
¿Cómo está viviendo esta muestra de despedida en Azpeitia después de diez años participando en ella?
–Se me hace difícil creer que inauguré mi primera exposición en Azpeitia hace diez años, el tiempo ha pasado muy rápido. Ha sido muy bonito ver la ilusión con la que los colegios y los niños de Azpeitia han pasado por la muestra, pero todo tiene un fin. Llevo más de 30 años haciendo exposiciones de marionetas y el próximo año me jubilaré. Me estoy acercando a otra etapa de mi vida y como tal la acepto.
Se me hace difícil creer que inauguré mi primera exposición en Azpeitia hace diez años; el tiempo ha pasado muy rápido.
¿Esa jubilación va a suponer que estamos viendo algunas de las últimas marionetas que construirá?
– No, seguiré haciendo marionetas, pero sin la necesidad de tener que ir de un lugar a otro cargando con ellas para montar una exposición aquí y luego otra en otro sitio. Montar una exposición exige mucho trabajo y he tomado la decisión de parar. Hay que transportar las marionetas y montar la exposición, lo que puede llevar hasta dos días. Luego, mientras la exposición está abierta, tienes que atender a las visitas de los colegios y estar presente en la muestra para responder a preguntas sobre cómo se hacen las marionetas y cómo se manejan. En los días que tengo exposición, salgo de casa a las 8.00 de la mañana y no regreso hasta las 21.00.
Inquietudes artísticas
¿Qué fue lo animó a aquel joven Corrado Masacci a iniciarse en la construcción de marionetas de hilo y dedicar la mayor parte de su vida a construirlas?
– Era un chico de 20 años con inquietudes artísticas. Me sentía atraído por la música, la pintura, la escultura y el teatro, y en las marionetas vi la forma de aunar todas esas pasiones. En Rávena hay una larga tradición de marionetas de guante, conocidas también como títeres. La marioneta de hilos, sin embargo, se estaba perdiendo, y pensé que podía utilizar ese soporte para dar salida a mis inquietudes como comunicador y creador.
Una gira con mi grupo de música y marionetas me trajo a Euskal Herria en 1982 y, al final, me quedé aquí
El próximo año pone fin a una trayectoria profesional desarrollada casi íntegramente en Euskal Herria. ¿Qué circunstancias llevaron al joven Corrado Masacci a asentarse en esta tierra con su maleta cargada de ilusiones y unas pocas marionetas?
– Tenía un grupo de música y un grupo de marionetas con el que actuaba en distintos lugares. Una gira me trajo a Euskal Herria en 1982 y, al final, me quedé aquí. Estuve dando clases de construcción de marionetas de hilo en centros escolares de Bilbao y actuando con ellas durante varios años, hasta que en 1990 di el paso de dedicarme a hacer exposiciones. Las primeras muestras que organicé tuvieron buena acogida y pensé que podía ser una salida profesional para mi trabajo. Empecé poco a poco, yendo de un lugar a otro, de exposición en exposición, cargando con las marionetas, y así han pasado 33 años.
En todo este tiempo no ha dejado de trabajar y, consecuentemente, de construir marionetas de hilos. ¿Cuántas ha podido fabricar en sus 45 años como constructor de marionetas?
– Habré fabricado más de 300. Las conservo todas guardadas en baúles; no he vendido ninguna por una razón práctica. Si hubiera empezado a deshacerme de ellas, me habría quedado sin material para las exposiciones. Cada muestra que organizo tiene una temática diferente, y selecciono unas marionetas u otras en función del tema que voy a desarrollar. Tener una variedad grande de figuras es muy importante para mi trabajo. He hecho muestras sobre la multiculturalidad gracias a que tengo marionetas que representan las culturas de África, Asia y otros continentes. También he montado exposiciones sobre el mundo del circo, el arte de fabricar marionetas, las marionetas y los sueños o, por ejemplo las ranas, que me han llevado a compartir conceptos como el papel de la imaginación a la hora de hacer manualidades y el respeto al medio ambiente con los escolares y los visitantes a las muestras que organizo.
La sorpresa de los niños
La necesidad de narrar historias y entretener usando figuras sehunde en la noche de los tiempos. Hoy en día, el ocio ha adoptado formas que, en el caso de los jóvenes, están muy alejadas de figuras hechas con papel maché y madera, movidas por hilos. ¿Cómo reciben los escolares a las marionetas en sus visitas a los colegios?
– Uno podría pensar que no les despiertan interés, al estar acostumbrados a entretenerse mirando una pantalla, pero lo que sucede es justo lo contrario. Al ser una forma de entretenimiento que no conocen, la primera impresión que tienen al ver que la figura cobra vida y se mueve es de sorpresa. Las marionetas, a pesar de llevar tantos siglos con nosotros, siguen cautivando a los niños.