Este domingo al mediodía se ha dado inicio, de forma oficial, a la nueva etapa de una instalación histórica en Donostia: el campo de fútbol de Añorga, que Cementos Rezola inauguró en 1949.
Comenzó a funcionar como un campo de hierba natural. La evidencia demostró que había que cambiar de idea, ya que la demanda dejó constancia de que el césped no aguantaba tanto uso.
En 1997 el campo pasó a lucir el verde intenso de la hierba artificial, una década antes de que, en 2008, se pusiera en marcha la Escuela de Fútbol, con 170 alumnos y alumnas de entre seis y doce años.
El de Añorga es un campo de fútbol vivo, con una utilización intensa que obligó a la renovación de la hierba artificial en 2010.
Y casi tres lustros después le ha tocado el turno a un proceso de reforma más en profundidad, con un coste de 888.466 euros, financiados al 40% por la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Las claves de la reforma
Esta potente intervención ha conllevado la sustitución del césped artificial y del pavimento del césped, la ampliación del terreno de juego por encima de las dimensiones mínimas reglamentarias y la mejora de los sistemas de iluminación, riego automático y drenaje.
Al acto oficial de inauguración han acudido la diputada foral de Deportes, Goizane Álvarez, que ha puesto en valor el trabajo realizado en Añorga, además de Manu Díez, presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, Iñaki Gabarain, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Donostia, y María Jesús Idoeta, concejala de Barrios de Donostia.
Álvarez ha llamado la atención sobre el hecho de que el proyecto de renovación “ha contribuido a afianzar las relaciones entre la comunidad educativa y la sociedad deportiva” en una instalación en la que siete equipos de chicas y nueve de chicos muestran su buen hacer, además de las niñas y niños de la Escuela de Fútbol.
La instalación, que celebra su 75º aniversario, ha sido un estandarte en un barrio de alrededor de 3.000 habitantes. Y es que su gestión y mantenimiento han sido asumidas, a través de auzolan, por Añorga Kultur eta Kirol Elkartea, mientras que los gastos energéticos y de consumo de agua han sido sufragados por Cementos Rezola.