Imanol López Zumaia, 1984), puntista profesional, disputará este lunes, junto a Xabi Barandika, la final de la Jai Alai League después de derrotar este lunes a Aritz Erkiaga y Thibault Basque. El partido decisivo se jugará en el frontón Ezkurdi de Durango, donde se enfrentarán a los hermanos Johan y Gorka Solozabal. López comparte con este periódico sus sensaciones previas a la final y reflexiona sobre su estado actual en la trayectoria profesional como puntista. 

Viniendo al lugar me ha comentado que le da pereza correr por correr. ¿Cuál es su entrenamiento? 

Hoy en día ya existen diferentes métodos de entrenamiento. Tengo un preparador personal en Donostia. Tenía claro que al final de la carrera hay que cuidarse más, tienes que estar con menos peso. 

No voy a ser yo quien le retire, pero ya que lo ha comentado... Goiko se retiró con 43. ¿Con 40 años, vislumbra ya el final de su carrera? 

–Me encantaría ver la luz inicial, en la que entras al túnel y no sabes dónde está la luz final, pero ya estoy viendo más de cerca la de salida que la de entrada. No es que me entristezca, pero te da qué pensar porque es otra situación. No tengo toda la energía ni la claridad que tenía hace años

¿La experiencia es buena para suplir esa energía y claridad de la que habla?

Sí. Además sigo disfrutando de lo que hago. Yo diría que al principio somos inconscientes. Eres un niño y disfrutas mucho más todo, estás muchísimo más motivado, descubriendo cosas nuevas cada día. Una vez que ya has descubierto todo lo que tiene el deporte entras a otra fase y la mía ha sido mantenerme igual de bien que antes. Vas rizando el rizo para estar mejor físicamente, para pulir tus virtudes e intentar minimizar los defectos lo máximo posible. También tienes que pelear contra tu cabeza porque si antes ganabas diez torneos, ahora ganas tres. Cada vez que entro a la cancha es un privilegio poder seguir ahí después de tantos años jugando.  

¿Qué es lo que más nota que ha perdido con el paso de los años?

Noto que el cuerpo es otro, pero a la cabeza a veces le cuesta entenderlo. Como dice, la experiencia hace que seas mucho más consciente de las decisiones que tomas, te enseña a mantener la calma para no precipitarte, aprendes a tener un mejor liderazgo en pareja, que te cuides antes del partido y no abusar del cuerpo... A final del día hay que saber usar todos esos recursos para que los resultados sean buenos. Aun así, sigue costando, el resultado se enquista más que antes porque antes tenías mejores capacidades físicas. Es otra etapa nueva de la que hay que saber aprender y disfrutar.  

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En imágenes: Barandika y López, finalistas de la Jai Alai League tras derrotar a Aritz Erkiaga y Basque. José Mari Martínez

Antes el tiempo se lo dedicaba casi plenamente a la cesta-punta. Ahora tiene familia y negocios en los que hay que estar también. 

Sí, más reto todavía (ríe). Aparte de la cesta tengo proyectos personales y ahora quiero que no fallen los proyectos personales, pero los profesionales tampoco. Eso me tiene en una lucha diaria mental y física que es la que me hace que me motive todos los días para sacar tiempo para poder estar en todo.

El lunes juega la final de la Jai Alai League, en la semifinal ganaron a Erkiaga y Basque, una de las parejas que optaba al título.

Erkiaga es el pelotari estrella, no sólo por los resultados. Está en un gran momento y tiene mucha experiencia. Este año de trece o catorce torneos ha ganado diez. Se clasificó como primero y ha caído en la semifinal. El año pasado, nos pasó eso a Goiko y a mí, llegamos como primeros y en la semifinal nos sacaron a pelotazos. Ayer nosotros no sacamos a pelotazos a nadie, pero el deporte es como es y nos salió un partido redondo. Además, con Barandika me entiendo muy bien, tenemos una conexión especial.

Eso ya es historia. Ahora tienen enfrente a los hermanos Solozabal. ¿Motivado? 

Mucho. Motivadísimo. Cada vez que hay una final la disfruto muchísimo, y Barandika también, al igual que los rivales. Además son hermanos, lo hacen todo juntos, imagina el nivel de conexión que tienen (ríe). Menos mal que no jugamos en su frontón y jugamos en Durango, por ese lado estoy más tranquilo. Si fuera Biarritz, estaría muy preocupado ahora mismo.  

¿Tanto se nota el frontón? 

Aunque a priori parezcan todos iguales, no lo son. La piedra del frontis, la humedad, la respuesta de las pelotas... Si el clima está seco, afecta más a la pelota y anda menos. Cuando está húmedo, al revés. Hasta en las cestas se nota, que son de mimbre. Parece que no, pero cada frontón es un mundo, un estilo de juego. Considero que, como profesional, tienes que estar preparado para jugar en todos. Independientemente de eso, algunos se te dan mejor que otros. La clave está en quien se adapta mejor a la circunstancia del momento.

¿Cuántas veces pisa el frontón a la semana? 

Una. Con un entrenamiento de cancha y dos de físico me voy manteniendo bien. También cuido la alimentación, como he dicho. De joven no le daba importancia, pero ahora sí.  

Se notará en las agujetas, cuando era más joven tendría menos. 

Sí, sí (ríe). Tenemos un deporte complejo. Si juego a pádel, por ejemplo, luego no me duele nada. En cambio, si juego a cesta-punta... me duele la parte baja de la espalda, el hombro... (toca madera) aunque el cuerpo se acostumbra también al dolor. Al día siguiente de jugar el partido me levanto tieso

¿Queda López para rato? 

Aunque parezca que no, tengo claro que sí. La motivación y las ganas ahí siguen. Tomé la decisión de destinarle parte de mi vida a este deporte, porque ha sido lo que más me ha gustado desde pequeño. Aunque de vez en cuando ha traído algo malo, este deporte me ha regalado muchos momentos mágicos que no los esperaba.