El centro de recuperación de fauna silvestre de Gipuzkoa Basabizi, que inició su actividad en 2022 con el objetivo de recoger, cuidar, mantener y recuperar los animales que se encuentran imposibilitados para sobrevivir en su entorno natural, para después devolverlos al medio natural, ha atendido en el transcurso de estos dos años y medio a más de 1.500 animales.
El diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, en la visita abierta al centro realizada a los medios de comunicación, ha explicado que anualmente entran en el centro 600 animales, una cifra que se va incrementando gracias a la actuación de la ciudadanía que "cada vez está más concienciada en la importancia de cuidar de nuestro entorno natural".
Las clases de animales que mayoritariamente se atienden en Basabizi, son las aves (85%) seguidas por los mamíferos (10%) y los reptiles (5%). Principalmente, ha destacado el diputado de Equilibrio Territorial Verde, "se reciben aves que se han golpeado con algún cristal o edificio, aunque también entran animales debilitados como consecuencia de alguna enfermedad o porque son jóvenes y aún tienen dificultades para alimentarse por su cuenta".
Más de la mitad de los animales se curan
En el 60% de los casos los animales se curan y vuelven a su medio natural. En otros casos, se envían a "santuarios" de la zona ya sea porque están incapacitados para sobrevivir en la naturaleza o porque se trata de especies exóticas.
En estos momentos, el centro está atendiendo a una veintena de animales, entre los que se encuentran lechuzas comunes, cárabos, lirones, ratoneros, garzas reales, arrendajos, patos, y murciélagos enanos.
Arruti ha detallado que "en otoño, se atiende principalmente a aves migratorias, mientras que en primavera se reciben numerosas crías, especialmente polluelos y aves jóvenes". "En invierno, las condiciones meteorológicas adversas influyen en la cantidad de animales que requieren atención", ha añadido.
El diputado de Equilibrio Territorial Verde se ha mostrado "satisfecho" ante los resultados del trabajo que se está realizando en el centro. "Las cifras de atención y recuperación de animales demuestran que la apuesta realizada hace dos años y medio en favor de la preservación de nuestro equilibrio territorial verde, a través de Basabizi, ha sido un todo acierto", ha afirmado.
En este sentido, ha añadido que "la Diputación Foral de Gipuzkoa, mediante el departamento de Equilibrio Territorial Verde, continuará trabajando para proteger el medioambiente y la biodiversidad de nuestro entorno natural". Este año se han destinado 2,5 millones de euros al cuidado de la fauna y flora del territorio.
Recuperación y protección de fauna
Además de avanzar en el cuidado de la fauna del territorio a través de iniciativas como Basabizi, la institución foral dedica especial atención a la recuperación y conservación de aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción. En esta línea, el propio centro es también un espacio destinado albergar proyectos con este objetivo.
En el mes de septiembre, dentro del programa LIFE Lutreola, Basabizi ha acogido tres visones europeos criados en cautividad a los que se les ha formado durante este tiempo para que puedan sobrevivir en el entorno natural. Estos tres visones han sido liberados entre Araba y la Rioja, donde se están centrado los esfuerzos en la recuperación del visón europeo en la zona.
Más de 6 proyectos
En los últimos años el Departamento de Equilibrio Territorial Verde de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha conseguido entrar en más de 6 proyectos europeos de recuperación y conservación de fauna y flora de la zona.
Destaca el proyecto LIFE Kantauribai, en vigor desde 2022, a través del cuál la Diputación trabaja en mejorar el estado de conservación de las especies y los hábitats vinculados al ecosistema fluvial.
La acción de mejora se está desarrollando en 15 lugares de la Red Natura 2000, de los ríos y afluentes que desembocan en el golfo de Bizkaia en cinco cuencas fluviales compartidas entre los territorios de Navarra, Gipuzkoa y Aquitania. Entre estas cuencas se encuentran las del río Oria y el Urumea.
Recientemente, en el seno del proyecto LIFE Kantauribai, la Diputación ha obtenido financiación para proteger y recuperar el desmán ibérico, especie que actualmente se encuentra en riesgo crítico de extinción junto con el visón europeo o el lince ibérico. En la actualidad se han detectado unos pocos ejemplares de este animal en las cuencas del Urumea y en los próximos cuatro años se trabajará en repoblar la especie en otras zonas del río.
Recogida
En caso de encontrarse con un animal herido, la recomendación es abstenerse de tocarlo y/o manipularlo y dar parte cuanto antes al teléfono 943 000 420 de la emisora de la Dirección de Montes y Patrimonio Natural, para que el servicio de Guarderío lo recoja y lo traslade al centro, con el objetivo de que pueda recuperarse y volver a su medio natural lo antes posible.
Las instalaciones disponen de 5.000 metros cuadrados que albergan un módulo de recepción que permitirá la entrada de animales las 24 horas los 365 días del año, incluso estando el centro cerrado; un módulo clínico-administrativo con rayos X, incubadoras, quirófano para realizar operaciones, análisis; una oficina; un almacén; y un tren de boxes para la recepción de mamíferos y aves.
Basabizi dispone también de una jaula especial para aves de la familia de los fringílidos, de amplios espacios donde las aves pueden recuperar las facultades para el vuelo, así como de un depósito para animales acuáticos. La Diputación realizó distintos trabajos para acondicionar el centro en la finca de Arizmendi, donde tiene sus viveros, habilitando algunos de los invernaderos como voladeros para aves. Estos trabajos contaron con la financiación europea del programa 'Interreg'.
En caso de necesidad o circunstancias especiales, las instalaciones cuentan con espacio suficiente para ser ampliadas. El centro también cuenta con una red de colaboración con otros centros de recuperación y santuarios, así como otros centros científicos de referencia. En esta línea, realiza el análisis de los ejemplares enfermos y muertos encontrados en el territorio, con el objetivo de hacer un seguimiento del estado sanitario de las especies de fauna silvestre de Gipuzkoa.