El Palacio Barrena de Ordizia alberga estos días una exposición repleta de sentimientos, valores y originalidad. La muestra de Maritere Martínez Imaz (Ordizia, 1946) ofrece una experiencia que invita a la reflexión y al pensamiento profundo y crítico. Esta artista, nacida en Ordizia y residente en Donostia desde hace años, representa a través de sus esculturas la vida tal como es, con sus problemas y realidades, sin filtros.

Una de las creaciones de Martínez que invitan a reflexionar.

Esculturas con vida propia

La exposición, titulada Esculturas con vida propia, está compuesta por un centenar de piezas y se divide en dos secciones: por un lado, se presentan figuras gigantes inspiradas en la infancia de la autora, y por otro, figuras más pequeñas que abordan temas de relevancia social.

Las figuras de la colección ‘Emakumeak’.

“En esta exposición muestro algunos de los trabajos realizados a partir de mi jubilación laboral”, cuenta Martínez. “Por medio de estas esculturas doy rienda suelta a mi creatividad e imaginación, expresando sentimientos y recuerdos acumulados a través de mi vida y trabajos que hacen referencia a la actualidad, migración, barreras físicas y sociales, solidaridad entre mujeres, maternidad…”, añade.

Sus creaciones son en su mayoría coloridas, ya que utiliza una amplia gama de colores y telas. Sin embargo, su material estrella es el papel de periódico. También hace un gran uso de ropa de segunda mano, reutilizando prendas que ya no utiliza y que tiene en casa, lo que contribuye a la sostenibilidad. Además, realiza todo el proceso a mano, incluyendo la costura de los faldones, que cose manualmente en lugar de usar máquina. La cola que emplea para pegar los materiales la elabora ella misma con una mezcla de agua, harina, vinagre y azúcar. “No es tóxica y, además, es comestible”, explica con una sonrisa.

Vínculo con el arte

Aunque nunca se ha dedicado profesionalmente a esto, asegura que siempre ha tenido inquietudes artísticas. Siempre le ha gustado visitar exposiciones y reflexionar sobre ellas, y ahora es ella quien las presenta. Al jubilarse comenzó a crear sin parar: “Empecé haciendo marionetas, luego pasé a crear pequeños gigantes, y finalmente empecé a hacer arte inspirado en las noticias que leía y que me inquietaban”, relata.

Su estudio, situado en Berastegi, está repleto de figuras que ha creado desde que comenzó en este mundo. Disfruta enormemente del proceso creativo. De hecho, entre risas, confiesa que ha decidido no hacer más gigantes, ya que no sabe dónde almacenarlos. A partir de ahora, se centrará en crear figuras de tamaño más reducido, como las que ha desarrollado para su colección Emakumeak, que consta de más de 100 pequeñas esculturas.

Especiales

Todas las creaciones de Maritere Martínez son únicas, ya que cada una de ellas refleja su esencia. Sin embargo, hay algunas esculturas que tienen un significado aún más especial para ella. Uno de los 23 gigantes de la exposición está dedicado a su aitona, un antiguo pastelero, quien aparece con su traje de cocinero y sus emblemáticos pasteles. Además, hay dos figuras que la representan a ella y a su marido, las cuales creó con motivo de sus bodas de oro.

Asimismo, la exposición incluye varias esculturas de gran tamaño dedicadas a su localidad natal, Ordizia. A pesar de no haber residido allí en muchos años, su vínculo con el lugar sigue siendo fuerte; de hecho, se esfuerza por visitar el pueblo todas las semanas. Para reflejar su conexión con el lugar que la vio nacer, la muestra incluye obras que rinden homenaje a los baserritarras que asisten a la tradicional feria local, a los caldereros que han recorrido sus calles a lo largo de los años y a los santaneros, quienes siguen preservando una de las tradiciones más antiguas de la zona.

Su público favorito

Martínez tiene claro que los niños son su público favorito, porque son espontáneos y sinceros, siempre expresan lo que piensan sin reservas. Además, son muy curiosos y prestan atención con gran entusiasmo. “Me gusta llegar tanto a adultos como a niños y jóvenes”, asegura.

Su principal objetivo es invitar a la reflexión, pues, según ella, “el arte trata de eso, de interpretar y analizar”.

Además, aprecia recibir comentarios constructivos que le permitan aprender y mejorar. Para ello, ha colocado un libro de opiniones en el Palacio Barrena, donde los visitantes de su exposición pueden compartir sus impresiones y emociones si así lo desean.