Mutriku dijo adiós ayer a las fiestas del Calvario con el Piñastegi Eguna. El sol que acompañó a los eventos del fin de semana tuvo continuidad ayer, lo que ayudó al brillante desarrollo de los festejos. El cierre de los festejos llegó con una sokamuturra, no exenta de controversia en los días previos al inicio de las fiestas tras la decisión del Ayuntamiento de aunar en una sola sesión, la de la tarde de ayer, las sokamuturras que tenían lugar al mediodía y por la tarde. El descontento tuvo su reflejo en el escenario de la sokamuturra con una pancarta en la que se podía leer Herriak ez du erabaki. Goizeko sokamuturra bai.

Ambiente festivo

Polémicas al margen, las fiestas fueron un éxito, tanto de ambiente como de participación desde la primera jornada, con la tamborrada de Anaiarte la noche del viernes y la fiesta del Calvario, justo al día siguiente. Los festejos han dejado un inmejorable sabor de boca y, puestos a hablar de ello, nada mejor que hacerse eco de otra de las grandes citas de estas fiestas, el concurso de marmitako.

Concurso de marmitako

Se trata de un concurso que tiene un enorme tirón. La cita de este año contó con 28 solicitudes para participar, superando el máximo de 16 cazuelas a concurso, por lo que se tuvo que realizar un sorteo. Los agraciados pusieron a prueba sus habilidades el domingo en los fuegos habilitados para ese fin en Beheko Plaza. Al final, el jurado concedió el primer premio (dos txapelas y 250 euros) a Roberto Egurbide y a su madre, Belén. Joxemi Bedialauneta se hizo con el segundo (175 euros y copa), seguido por Igor Mendizabal (100 euros y copa), Josué y Bartolo (dos botellas de vino y copa), Nora y June (dos botellas de vino y copa), y Jokin Larrañaga (dos botellas de vino y copa). A continuación llegó la subasta de las cazuelas entre las personas presentes en la plaza. Las pujas se sucedieron hasta que todas encontraron dueño, destacando los 170 euros que se pagaron por la de Igor Mendizabal y los 150 euros de la que dio el triunfo del concurso a Roberto y Belén.