En reconocimiento a las ‘Casas Baratas’, Maala kalea, Virgen de Aránzazu, Etxe Txikinak, a UCEM (Unión Cerrajera) como constructora, y a todo su pasado y presente vecindario con motivo de sus primeros 100 años reza la placa con la que el Ayuntamiento de Arrasate ha querido homenajear al emblemático conjunto de viviendas de las Casas Pequeñas.
Barrio con marcada identidad, Etxe Txikiak alcanzaba el pasado junio su primer siglo de vida, que ha quedado recogido en el libro publicado por Arrasate Zientzia Elkartea (todavía quedan ejemplares a la venta). La efeméride se ha redondeado, como manifestaban este lunes la alcaldesa Maider Morras y el integrante de la citada asociación, Javier Bengoa, con esta placa que en los próximos días se colocará en uno de los jardines de la renovada urbanización que atraviesa la centenaria calle, que conforman las 18 viviendas unifamiliares edificadas por la UCEM, algunas de ellas rehabilitadas o en proceso.
La elección de la fecha de este lunes para rendir homenaje a las y los vecinos de Etxe Txikiak no es fruto de la casualidad. El 9 de septiembre es la festividad de la Virgen de Aránzazu, nombre que desde comienzos de 1960 se otorgó a la veterana e histórica calle (de hecho, el correspondiente letrero perdura al inicio del barrio desde Nafarroa Etorbidea), que incluso celebró ese día sus fiestas.
Uno de los episodios del mencionado libro se detiene en las distintas nomenclaturas. Tras su construcción se bautizó como Maala, y a finales de los 50 el lugar comenzó a ser conocido como Barrio Chino, hasta que dos vecinos, “alarmados”, acudieron al párroco José Luis Iñarra para pedirle consejo sobre un posible patrón para las Casas Pequeñas. El sacerdote no dudó en proponer el nombre de Virgen de Aránzazu. Sin embargo, para el Consistorio siguió siendo calle Maala, hasta que en 2007, y por una cuestión práctica de diferenciarla de Maalako Errabala, el área municipal de Cultura planteó rebautizarla como Etxe Txikiak kalea.