Iker Itxaso y Antonio Azkue, zarauztarras, y Juan Mari Uriarte, donostiarra, forman el equipo Derlan. El martes se encontraban fuera de un pabellón de Zarautz arreglando y poniendo en marcha unas motos Derlan que fueron fabricadas en Zarautz entre 1954 y 1962. Cuando Itxaso se enteró de que en su pueblo natal hubo una marca de motos no paró de buscar más información, de todo tipo, y ejemplares Derlan para poder verlas con sus propios ojos.

Hace años realizó un documental sobre Derlan y este sábado, a las 10.00, darán una vuelta con algunas motos de 70 años de vida y después, hacia las 12.30 horas, realizarán un coloquio en Lege Zaharren Enparantza sobre la marca y la vida en aquella época en Zarautz. El primer piso del Mercado también acogerá una exposición, hasta el 21, sobre la antigua marca zarauztarra.

¿Cómo surgió todo?

Yo me enteré hace bastantes años de que en Zarautz hubo una época en la que se fabricaban motos y me quedé anonadado. También me enteré que mi abuelo trabajó ahí y empecé a tirar del hilo. En 2017 conocí a Juan Mari y fuimos a Extremadura a por una Derlan que estaba ahí. En sí, no tenía ningún objetivo, pero arreglamos la moto y se me ocurrió que podíamos juntar a los trabajadores en el taller de aquella época y así lo hicimos. Dejé la moto dentro del taller y cuando les abrí la puerta fliparon. Estuvimos dando vueltas y todo. Ahí ya pensé que había que hacer algo más.

¿Y qué vino después?

Comenzamos a conseguir más motos e hicimos una exposición en 2018 y al año siguiente realizamos un documental sobre la marca.

Dice que empezó a tirar del hilo para saber más sobre la marca. ¿Cómo lo hizo y cómo sabía de dónde tirar?

Mi abuelo me lo comentó y empecé a buscar en Internet, pero apenas había información. Puse un anuncio en el periódico y me llamaron dos extrabajadores. De ahí, no sé cómo, pero llegué hasta Antonio. Mi abuelo era Juli, el mecánico de Azken Portu, e hizo algunas ruedas de las Derlan. Eso me tocó mucho la fibra y como me gustan las motos... seguí recopilando información. Mi padre, por ejemplo, es del 55 y no sabía nada. En mi cuadrilla también comenté que preguntaran a sus padres y abuelos a ver si alguien sabía algo. Este ejemplo de emprendimiento tan bonito y tan diferente (porque aquí en aquel entonces casi siempre se trabajaba la madera) me dio mucha pena que no tuviéramos información y que no hubiera motos Derlan en Zarautz en la actualidad. Todo fue muy poco a poco.

¿Sabe cuántas motos fabricó Derlan y por qué cerró?

Yo he oído que fabricaron unas 1.800 motos. La empresa, según me han dicho, hizo como ocho o nueve modelos diferentes. Entonces, decían que igual fue ése el motivo del cierre, porque en vez de trabajar un modelo o pocos modelos y pulirlos, hicieron muchos. Aparte de eso, poca gente sabía de mecánica. Al día hacían, aproximadamente, una moto.

¿Cómo era la vida en aquel entonces?

No había ni coches ni motos apenas. Si había alguna moto era porque la persona era importante. Según entendí los que trabajaban en Derlan ganaban 750 pesetas al mes, y una Derlan valía 11.000 o por ahí. Era el sueldo de un año, aunque ahora si te fijas en los coches también es parecido.

¿Para la época, estas motos de qué gama eran?

Eran motos estándar, aunque pocos podían permitírselas. Son de 125 cc y tienen tres marchas.

¿Cómo logró más motos Derlan?

La segunda la logré en una feria de clásicas en Bilbo, la tenía apalabrada ya. Algunas estaban fatal y le hemos metido muchas horas para dejarlas relucientes y para que anden. Hay una moto que es del hijo de los dueños de Derlan. Se la vendí porque pensaba que él tenía que tener una y nos la ha dejado para el paseo que vamos a hacer y para la exposición. Mi objetivo era que las motos estuvieran en Zarautz, así que si la tiene el hijo de los dueños de entonces... mejor.

¿Cuántas Derlan verán los zarauztarras por el pueblo?

En total, habrá cinco. Una es de la marca Boar, otra marca de motos que se fabricaron en Zarautz después de Derlan. Ésa la he conseguido en Bilbao. Antonio fue socio fundador de Boar. La quinta moto es una que tiene un zarauztarra y se la arreglamos en su día. Hay más gente que tiene Derlans, pero las están arreglando. Nosotros hemos conseguido que la gente conozca la marca y que el zarauztarra tenga ganas de tener una moto fabricada en su pueblo. Antes no había ninguna y ahora ya hay bastantes. Yo diría que hoy en día habrá 30 motos Derlan. La semana pasada uno de La Rioja me escribió diciendo que había encontrado una Derlan y que la iba a arreglar. No sabes la ilusión que me hace leer ese tipo de mensajes. En la exposición tuvimos doce y eso fue brutal.

¿Qué supuso esta iniciativa para los mayores zarauztarras?

Cuando hicimos el documental vinieron muchos extrabajadores. No habían visto una Derlan desde que trabajaron ahí. 60 años más tarde volvieron al mismo lugar y con la moto ahí. Fliparon. También trajimos a otro trabajador que vivía en Zumaia. Desde aquel entonces no lo habían vuelto a ver y fue muy emocionante ser testigo del reencuentro. Esto me ha servido para recrear la historia y para conocer a muchísima gente.