El encuentro que representantes del Departamento de Transportes del Gobierno Vasco y vecinos de Altzola encuadrados en Geltokia Bai llevaron a cabo en Bilbao la pasadas semana mostró posiciones encontradas. Geltokia Bai se mantuvo firme en su demanda por la continuidad de la estación del tren tras la construcción de la variante ferroviaria de Altzola.

Denunció el perjuicio que esta decisión supone para los vecinos y reclamó que se dé continuidad al proyecto inicial, que contemplaba la construcción de una nueva estación. Esta postura no es compartida por el departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes que aboga por la mejora de la movilidad con la ampliación del servicio de autobús urbano o con la creación de una nueva línea en sustitución de la estación.

Estas medidas se incluyen en un plan de actuación que tendría como eje un convenio entre el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Elgoibar en el que los costes de su implantación serían asumidos por el ejecutivo autónomo. La Diputación de Gipuzkoa se ha mostrado favorable a esta medida y ya ha manifestado su voluntad de colaborar en el citado plan como responsable de los autobuses de Lurraldebus.

El origen del debate está en la construcción de un túnel en doble vía de 500 metros entre el polígono de Arriaga y Altzola, una obra que posibilitará el cruce de unidades de viajeros y mercancías, y un bidegorri en el tramo ferroviario anulado. Lo que no contempla el departamento de Transportes es la continuidad de la estación. “Se trata de un barrio con alrededor de 200 residentes, sin planes urbanísticos a futuro que atraigan más población y con una media de dos usuarios del ferrocarril al día. La rentabilidad económica y social de la terminal, que requeriría una inversión de 5 millones de euros, es insostenible”.

Altzola y Teruel

Al debate sobre el futuro de la estación se han sumado nuevos protagonistas tras la irrupción en escena de los nuevos propietarios del edificio Zubia. Sonia Escudero, Rafael Tolosa y José Antonio Tolosa, vecinos de Teruel, adquirieron el inmueble para habilitarlo como segunda residencia. Tras conocer mejor Altzola pensaron que podría servir de plataforma a proyectos empresariales vinculados al turismo y la hostelería, campos en los que desarrollan su actividad. En su valoración tuvieron en cuenta las comunicaciones de Altzola, próximo al acceso a la AP-8, con un servicio regular de autobuses y una estación de tren. Sin embargo, sus previsiones saltaron por los aires cuando se enteraron de que la estación de Altzola tenía fecha de caducidad, obligándoles a poner freno a sus proyectos.

Ese malestar se hizo patente en el encuentro que representantes del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, concejales de EH Bildu de Elgoibar y Geltokia Bai mantuvieron en Bilbao la pasada semana (Jonan Fernández, Secretario General de Transición Social y Agenda 2030, y el PNV y el PSE-EE en Elgoibar declinaron su asistencia).

Geltokia Bai leyó un escrito en el que los propietarios del Zubia criticaban que se privara a Altzola del tren y lamentaban la falta de un plan público para rehabilitar el conjunto del barrio. “Gobernar sólo para los grandes núcleos de población es política antigua, política fácil, política de siempre. En las comunicaciones, las telecomunicaciones y el transporte público para todos, incluidas zonas rurales y aisladas, es donde se ve un país desarrollado. Para que un lugar histórico como Altzola abandone la calificación de zona degradada, se revitalice y dé pie a nuevo proyectos, no sólo es necesario mantener el tren, sino mejorarlo de manera sustancial”.