“En los últimos meses, en el ámbito de la limpieza viaria nos hemos marcado dos objetivos: el primero, ensuciar menos, y el segundo, limpiar mejor aprovechando los recursos municipales de una manera más eficiente”, señaló el concejal Kepa Urteaga tras la aprobación de los pliegos técnicos que recogen los requisitos que deberá cumplir el nuevo contrato de la limpieza de las vías y espacios públicos que, en palabras del Gobierno de Arrasate, introducirá “mejoras sustanciales”.

La propuesta de EH Bildu y Elkarrekin recibió el apoyo del PSE-EE en la sesión plenaria celebrada el martes. Se dio luz verde, de este modo, a los citados pliegos como paso previo a la puesta en marcha del proceso para sacar a concurso el nuevo servicio, cuyo contrato tendrá una vigencia de cuatro años, prorrogable por uno más, y un coste para las arcas locales de 2.295.260 euros anuales (IVA incluido).

2.295.260 euros anuales

La reorganización de la limpieza de calles, las inversiones en nueva maquinaria y la implantación de métodos no mecanizados son, en palabras de Urteaga, tres de las mejoras más destacadas que incorporará el nuevo contrato, que se espera que entre en vigor “el próximo otoño”.

“Hemos visto la necesidad de reforzar la limpieza durante los fines de semana con la ampliación de personal. Actualmente los sábados trabajan siete personas, y los domingos, cuatro; se equipararán las dos jornadas, incluidos los festivos, con nueve operarios en cada una de ellas”, detalló el edil de Obras, Servicios, Mantenimiento y Barrios. Además, la limpieza de paredes, que hasta ahora quedaba fuera del contrato, pasa a contemplarse como una tarea “opcional”. Se renovará, asimismo, la maquinaria, sustituyendo los equipos actuales “que están obsoletos, o con pérdidas de aceite con el riesgo y suciedad que ello conlleva”, precisó Urteaga.

Por otro lado, y en respuesta a la reivindicación de las y los vecinos del casco histórico, a primeras horas de la mañana la limpieza se efectuará de forma manual en algunos lugares para evitar que el ruido que emiten las barredoras afecte al descanso de los residentes. Por su parte, dentro del objetivo “ensuciar menos”, el Consistorio promoverá campañas de concienciación ciudadana.

“Oportunidad perdida”

En el turno de intervenciones, el portavoz del PNV, Ander Garay, justificó el voto en contra de su grupo en la negativa del Gobierno municipal a aceptar alguna de las siete propuestas presentadas por los jeltzales. “Es una oportunidad perdida; estos pliegos pierden sin nuestras aportaciones, dirigidas a mejorar el contrato”, advirtió Garay.

Así, el PNV planteó que la limpieza de grafitis y pintadas sea una labor “obligatoria y no opcional” en el nuevo servicio, y que su retirada, así como la de los carteles, se lleve a cabo con una periodicidad semanal, y no “en base a lo que dicte el Ayuntamiento en cada momento”.

Los jeltzales solicitaron, a su vez, que el servicio incluya los espacios de Kulturola y Juan Arzamendi Musika Etxea dentro de los puntos de limpieza diaria, en lugar de tres veces por semana, y que el número de papeleras se aumente un 50% “tanto en la zona urbana como en los bidegorris”. Propusieron también un mínimo de cuatro campañas de concienciación al año, una de ellas centrada en la convivencia entre personas y animales.