El melón de la ubicación y aspecto que tendrá la nueva estación de autobuses de Arrasate está abierto. Con el traslado en 2021 de la parada principal de Garibai Etorbidea, a raíz de la peatonalización de la céntrica avenida, a Zalduspe comenzó a perfilarse un debate que en los próximos meses saltará a la primera línea. El actual Gobierno municipal prevé que para finales de este año esté resuelto el emplazamiento de la terminal que canalizará los servicios de transporte público urbano e interurbano. Se trata de una de las columnas vertebrales del Plan de Movilidad que encara su actualización, con el objetivo de seguir avanzando hacia un municipio donde se camine y pedalee por itinerarios accesibles, seguros y atractivos.

“El Plan de Movilidad es la base para posteriores decisiones, entre las que se encuentra la nueva estación de autobuses. El análisis ha de ser integral; dónde estará situada determinará otros aspectos como la ubicación de zonas de aparcamiento disuasorio o el diseño del herribusa”, explica el Ejecutivo arrasatearra, que ha incluido este cometido en su Plan de Gobierno 2023-2027.

La actual parada de Zalduspe, habilitada en su momento con carácter provisional a la espera de concretar la nueva instalación, parece, en palabras de EH Bildu y Elkarrekin, “adecuada, pero se contrastará el lugar con la ciudadanía y se estudiarán otras posibles localizaciones”. Lo que, a priori, está bastante claro es que la futura estación deberá “contar con espacios cerrados protegidos, aseos y servicios adecuados para las viajeras y viajeros que la usen a diario”, manifiesta el Gobierno local en declaraciones a este periódico.

Una vez de decidir dónde se acondicionará la estación se encarará “el proyecto de ejecución, que deberá tener en cuenta las propuestas de las y los arrasatearras”, tal y como insiste el Ejecutivo cerrajero, después de precisar que los primeros pasos de esta definición se darán durante el proceso “de participación ciudadana que se incluye en la redacción (ya adjudicada) del Plan de Movilidad”.

Licitar las obras en 2027

Sobre las fechas que se barajan, la intención es cerrar 2024 con el primero de los deberes hechos: acordar el lugar que acogerá la nueva terminal de autobuses, para “durante 2025 y 2026” realizar las adecuaciones de planeamiento urbanístico necesarias y el proyecto, y “así poder licitar las obras de la estación en 2027”, señala el Gobierno municipal.

Alternativas para mejorar la movilidad peatonal desde una perspectiva de igualdad e inclusiva; la creación de una red de itinerarios cómodos y funcionales para bicicletas; estudiar la implantación de zonas peatonales, la relación con el cambio climático, o un itinerario escolar y de acceso a recursos públicos seguro; y la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos… son algunas de las cuestiones que deberá recoger el Plan de Movilidad; una herramienta estratégica que también hará un chequeo al herribusa, “planteando nuevas opciones en el diseño de las líneas, las frecuencias del servicio, el recorrido, el número de vehículos, el tiempo de espera de las personas usuarias y otros aspectos”, detallan desde el Ejecutivo arrasatearra, a la vez que adelantan que las actuaciones que emanen del citado plan podrán implementarse cuando se licite el nuevo servicio de autobús urbano, “al finalizar el contrato actual en 2026”.

La mirada se pondrá, igualmente, en las necesidades “reales” de aparcamientos, “tanto de los y las residentes, como de las y los visitantes”, y en este apartado se plantearán posibles mejoras en la OTA. Este proceso se complementará con “la revisión durante 2025, junto con las distintas alcaldías de barrio, de la ordenanza municipal que regula este sistema de estacionamiento”, indica el Gobierno formado por EH Bildu y Elkarrekin.

Arrasate, un municipio para vivir es una de las patas del Plan de Gobierno, pero no la única. La hoja de ruta para este mandato es, según aseguran sus promotores, “un ejercicio de transparencia, en el que la ciudadanía podrá hacer un seguimiento de los trabajos del Ayuntamiento y del grado de cumplimiento de la planificación”. De este modo, la alcaldesa, Maider Morras, califica de “enriquecedoras” las presentaciones públicas que se llevaron a cabo la semana pasada, que “han abierto espacios barrio a barrio, ofreciendo una gran oportunidad para la escucha mutua”. El plan es un documento, en cualquier caso, “vivo” que marcará el rumbo de la gestión municipal con “la colaboración de los diversos agentes y la ciudadanía”, destaca la primera edil.

El foco puesto en los barrios

En el plano urbanístico, una de las piedras angulares son los barrios. La subvención concedida por el Gobierno Vasco para la regeneración integral de Santa Teresa-Doneztebe Portuko kalea apunta a “octubre de 2025” para concluir los trabajos previstos. En Altamira-Altamirazpi, por su parte, la primera fase de la reurbanización de este enclave residencial se iniciará este año, mientras que para la zona alta de Udala, el cronograma del Gobierno municipal señala a 2025 para la redacción del proyecto, y 2026 para materializar las obras.

El Grupo San Juan es otra de las asignaturas pendientes con un calendario que programa la redacción del proyecto para este año y el desarrollo de la intervención urbanística en 2025. Para un año después, 2026, se espera acometer el lifting urbanístico de Gudarien plaza, en el barrio de San Andrés, actualmente en fase de recabar aportaciones de las y los residentes del entorno. El Plan de Gobierno rescata, asimismo, la urbanización de Takolo-Goiru, con casi tres fases, de un total de nueve, ya ejecutadas entre 2014 y 2018. En este escenario, el deseo del equipo de Gobierno es revisar la fase que comprende el barrio de Uribe, y afrontar ”en 2026” la relativa a la acera norte de Uribarri Etorbidea.

Amaia, Iturripe y Musakola

En otro orden de cosas, en el ámbito cultural, el Amaia antzokia se someterá a una importante rehabilitación entre “2025 y 2026”, y en el deportivo, el equipamiento de Iturripe se sumergirá en obras a “partir de 2025 con la idea de que terminen en 2027”. En cuanto al polideportivo de Musakola, el Ejecutivo arrasatearra programa la redacción del proyecto del nuevo edificio de cara a “2026”, si bien incide en que, mientras tanto, se harán “actuaciones de mantenimiento en el inmueble y mejoras en la zona deportiva, como la pista de atletismo”.