Existen numerosas ONG que operan en Nepal. Sin embargo, no todas alcanzan zonas remotas, como Bajhang, un lugar de muy difícil acceso, denominado el Far West nepalí. Allí, las niñas apenas cuentan con posibilidades de futuro, más allá de, en el mejor de los casos, matrimonios concertados.

Asier Requejo, autor del documental, en su viaje a Nepal.

La irundarra Olatz Lasa, que conoce bien la situación, explica que en esta zona remota nadie invierte en ofrecer formación a las niñas. “Hay que tener en cuenta que son familias sumamente humildes y que una boca menos a la que alimentar se agradece. Lo malo es que la desesperación lleva muchas veces a las familias a aceptar ofertas dudosas, y las niñas acaban en burdeles en India, desaparecidas, etc.”. A ello hay que sumarle la subsistencia de creencias que, aun siendo peligrosas para ellas, continúan muy arraigadas en esas comunidades, como el Chhaupadi, por la que la mujer es considerada impura cuando menstrúa y debe pasar esos días fuera de su casa, a menudo en muy malas condiciones.

Conscientes de que la educación es una de las herramientas más poderosas para cambiar la situación de las jóvenes, Lasa, junto a las hondarribiarras Aitziber Alza y Miren Beroz, que por entonces ya vivía en Katmandú y había colaborado en varios voluntariados en la zona del Far West, fundaron la ONG Nepaldala en 2018 y se desplazaron hasta allí en 2019, para analizar qué medidas de ayuda podían ofrecer.

Desde entonces, el principal proyecto de la entidad consiste en trasladar a niñas del Far West a Katmandú, donde les ofrecen un hogar y una educación. “A través de la formación se empoderan, comienzan a tener criterio propio, a tomar sus propias decisiones. Además, pueden adentrarse en el mundo laboral y obtener los recursos necesarios para aportar sustento a su familia y su comunidad”.

La elección de las beneficiarias de las becas que ofrece Nepaldala no se realiza al azar, sino de forma personal, desplazándose hasta el Far West para mantener entrevistas tanto con las niñas, como con sus familias y profesores. De esta manera, actualmente son once niñas de entre 10 y 19 años las que residen en la casa que Nepaldala les ofrece en Katmandú, donde sigue viviendo Beroz. De hecho, la gran diferencia de esta ONG es que la propia Miren vive, junto a su marido Mingma, la hija de ambos y los padres de él, en la casa familiar, donde se encargan de monitorizar y cuidar de las niñas.

Un documental sobre Nepaldala

Tras escuchar contar este mismo relato a las responsables de Nepaldala, el videógrafo irundarra Asier Requejo tomó conciencia de que detrás de la historia de la ONG se escondían otras “muy potentes” que deberían reflejarse en un documental.

Así, en enero del año 2020 emprendió la aventura junto a Lasa. Tras pasar dos semanas en Katmandú, conociendo a las jóvenes, se trasladaron al Far West, un viaje que dura cerca de cuatro días entre autobuses, todoterrenos y caminatas. A pesar de las dificultades, y en su empeño por reflejar fielmente la realidad de la zona, Requejo llegó hasta una de las aldeas más remotas, a la que apenas había accedido una decena de europeos.

Tratar de grabar un documental en una zona tan aislada no estuvo exento de contratiempos y anécdotas. Requejo recuerda, por ejemplo, que tuvo que apañarse con las tres baterías del dron y otras tres de la cámara que pudo cargar en Katmandú, ya que en las aldeas, a pesar de que trataron de ofrecerle un generador, finalmente no pudo ser.

Con todo, y tras años de trabajo de edición y posproducción, el videógrafo irundarra se encuentra satisfecho con el resultado, un documental de 35 minutos que trata de reflejar la realidad que viven tanto en las aldeas del Far West como en el hogar de Nepaldala, en Katmandú. Lasa, que fue una de las primeras personas en verlo, asegura que el trabajo de Requejo es “de diez” y lo describe como ”un gran regalo que nos ha hecho para visibilizar el trabajo de la ONG”.

El documental se estrenará el próximo viernes, 12 de enero, a las 19.30 horas en la casa de cultura de Bera, dentro del Mendi Eguna organizado por Manttale y Agerra Mendi Taldea. Las entradas, que tendrán un coste de 5 euros, podrán adquirirse allí mismo, y el dinero recaudado se destinará íntegramente a la ONG. Además, tras la proyección se realizará un coloquio con Requejo, Alza y Lasa, y a la salida existirá la oportunidad de adquirir artículos solidarios de Nepaldala.