“Al mirar hacia atrás nos sentimos orgullosas y orgullosos de todo lo que hemos hecho en la lucha por la verdad, la justicia y la reparación de todas las víctimas. ¿Qué sería una persona o un pueblo sin su historia? Cuando empezamos en esto, hace 37 años, no se hablaba de memoria. En 1986 se creó Oktubre Taldea. Al año siguiente se publicó el libro Arrasate 1936-Una generación cortada y se colocaron los nombres de 89 personas fusiladas. Estas iniciativas, pioneras en Euskal Herria, no tuvieron ninguna ayuda de la administración. Hoy algunas de las personas que iniciaron este camino están aquí, otras se fueron dejando su legado. Gracias a todas y todos”, manifestaron ayer Julia Monge y Juan Ramón Garai, miembros de Intxorta 1937 Kultur Elkartea.

El Consistorio arrasatearra rindió tributo a la asociación memorialista por su ingente labor “a favor de la convivencia, y la recuperación y difusión de la memoria de las y los olvidados”, expuso la alcaldesa Maider Morras, acompañada por las ediles Jasone Giraldo (EH Bildu), Eva Abuin (Elkarrekin) y Agurne Juldain (PNV), y el concejal Asier Murua (PSE-EE); los cuatro integrantes de la Mesa de la Convivencia, que con la representación de todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento promueve desde hace unos años este acto institucional en el marco del Día de la Memoria, el 10 de noviembre. La iniciativa tiene como objetivo avanzar en la recuperación de la memoria de las vulneraciones de derechos humanos y la violencia de motivación política vivida en el municipio entre 1936 y 2018.

Historias de vida

“Todos estos años hemos ido rescatando historias de vida y, por supuesto, mucho sufrimiento con el objetivo de resignificar esas memorias para poder compartirlas. No podemos convertir nuestro pasado en una enrevesada estadística; somos hijos, nietas, hermanos, y cada vez más biznietas de hombres y mujeres que lucharon por sus ideales, ya fuera desde una trinchera o desde la soledad de las cocinas”, insistió Monge, a la vez que compartió el homenaje con las compañeras, compañeros y grupos que recogieron la memoria histórica de otros pueblos de Debagoiena y Eibar, “cuya unión de sinergias dio lugar en 2005 a lo que hoy es Intxorta 1937 Kultur Elkartea”.

Avanzaron, asimismo, los proyectos para 2024: una exposición sobre la transmisión de la memoria; abrirán la investigación de las niñas y niños de la guerra a toda Euskal Herria; publicarán un libro acerca de la tortura de las mujeres en Arrasate, y viajarán a Chile para celebrar el 85º aniversario de la llegada del Winnipeg.