El puente sobre la ría de Deba que une los términos municipales de Deba y Mutriku luce desde el viernes la placa Europa Nostra 2023 con la que se pone en valor el proyecto de rehabilitación que posibilitó que esta emblemática construcción, estrechamente vinculada al Camino de Santiago, recuperara su aspecto original tras detectarse graves daños en su estructura. Los premios Europa Nostra están auspiciados por la Comisión Europea y constituyen una herramienta clave para reconocer y promover los múltiples valores del patrimonio cultural y natural para la sociedad, la economía y el medio ambiente de Europa, destacando proyectos, iniciativas y personalidades notables en el ámbito del patrimonio, entre los que ahora se incluye el puente entre Deba y Mutriku.

Una soka-dantza con vecinos de Deba y Mutriku y agentes implicados en el proyecto abrió el acto.

El encuentro se abrió con una soka-dantza protagonizada por los grupos Gure Ametsa, de Mutriku, y Gure Kai, de Deba, en la que se recreó el encuentro de ambos pueblos sobre el mismo puente y a la que se sumaron los invitados al acto y parte del público presente. A continuación tomaron la palabra la diputada de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes, Goizane Álvarez, la presidenta de Hispania Nostra, Araceli Pereda, la alcaldesa de Deba, Alazne Txurruka, y el alcalde de Mutriku, Joseba Palenzuela, así como dos representantes del equipo redactor del proyecto de rehabilitación, Javier León, de Fhecor e Iñaki Jaime, de Injelan. En sus intervenciones hicieron un recorrido por estos cuatro años de trabajo hasta su culminación con la rehabilitación del puente y con el premio Europa Nostra. En el acto también hubo espacio para la protesta, protagonizada en este caso por un vecino del lado de Mutriku que mostró su malestar por el trastorno que le han supuesto los cuatro años que han durado las obras. Pese a todo, el acto discurrió con normalidad, dando paso a continuación a una fiesta electrónica al ritmo de Dantz Point en el mismo puente que se prolongó hasta las 22:00.

La música electrónica se hizo un hueco en la celebración con un festival sobre el mismo puente.

El festejo del viernes supone el reconocimiento al despliegue de conocimiento que ha sido necesario para evitar el colapso del puente y acometer su restauración. El puente, que data de 1866, está calificado como bien cultural incluido en el conjunto monumental del Camino de Santiago. Su titularidad es compartida por los ayuntamientos de Deba y Mutriku, no en vano enlaza los términos municipales de ambas localidades salvando el cauce de la ría de Deba.

Durante años cumplió su función como zona de tránsito para vehículos y peatones, pero tras la supresión del paso a nivel que enlazaba el puente con la N-634 en 2007, pasó a ser zona de uso exclusivo para peatones. La situación se mantuvo con normalidad hasta que el estado del puente encendió todas las alarmas: uno de sus tres pilares había cedido, originando importantes deformaciones y roturas en dos de sus arcos, por lo que el 5 de julio de 2018 se acordó su cierre.

El deterioro obligó a tomar medidas de emergencia para evitar su derrumbe y la perdida de elementos de gran valor patrimonial. La solución por la que se optó fue la instalación de una inmensa estructura de acero que cumplía la doble función de sujetar el puente para evitar su colapso, y garantizar el uso peatonal. El siguiente paso era subsanar los daños y para ello hubo que echar la vista atrás y recuperar técnicas de construcción de puentes del siglo XIX ya olvidadas. El proceso se inició con el desmontaje de las bóvedas y la enumeración de los sillares que las componían. Tras ello se procedió a recuperar el pilar frontal y a reconstruir las bóvedas hasta su rehabilitación total.

Desde el cierre del puente en julio de 2018 hasta la retirada de la estructura de metal y el final de las labores de rehabilitación en mayo de 2022 pasaron casi cuatro años. Atrás quedaron infinidad de horas de trabajo y una inversión de 7,1 millones de euros financiados por la Diputación Foral de Gipuzkoa que hará posible que el puente siga siendo punto de paso de Deba a Mutriku, camino de Santiago, varios siglos más.