Una mujer de unos 50 años, A. U., ha solicitado que se reabra el expediente de la denuncia que interpuso el 7 de marzo de 2024, dos días después de haber recibido el impacto de una bala foam en los prolegómenos del partido de Champions ante el PSG.
Con ella, son ya tres las personas, todas ellas mujeres, las que resultaron heridas durante las cargas que realizó la Ertzaintza. Todas ellas en distintas fases de los momentos previos del encuentro ya que a María Martín le golpearon en la ceja y le dejaron secuelas de por vida en la llegada del equipo; Amaya Zabarte casi pierde la vida tras recibir un impacto en la sien que le provocó una hemorragia interna cuando quedaban pocos minutos para el inicio del choque y esta última denunciante denunció que su incidente sucedió entremedias, es decir a las 20.15 horas cuando llegaban los ultras del club parisino.
A. U. ha querido volver a poner la denuncia en vista de las injusticias que estaban sucediendo y en solidaridad con las otras dos heridas, para tratar de hacer fuerza y que se haga justicia. Como ya hemos citado, en realidad ya acudió a la comisaría para presentarla el 7 de marzo, pero, al igual que sucedió con Amaya, la jueza la sobreseyó a los pocos días y sin apenas investigar al considerar imposible determinar al responsable material del disparo. La denunciante decidió olvidarse del caso, al considerar que no iba a llegar mucho más lejos, pero la irreductible lucha de la familia Novoa le ha hecho cambiar de opinión. En su caso no admite ninguna discusión posible que le golpeó una bala de foam porque notó un fuerte golpe en la nuca que casi le tira al suelo, pero como llevaba al cuello y un abrigo con capucha de pelo mantuvo el equilibrio y el proyectil se le quedó enganchado. Es más, lo sigue guardando en su poder, a pesar de que la Ertzaintza le solicitó que lo devolviera cuando acudió a la comisaría, algo a lo que la mujer se negó en rotundo.
En la primera denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, A.U. explicó que sobre las 201.5 horas “se encontraba a la altura del Bar Sacha de Avenida de Madrid, junto con su marido, cuando observa un grupo de agentes de la Ertzaintza en la rotonda de plaza Aita Donostia, mirando hacia el bar La Venta de Curro. En ese momento en el lugar, la concentración de personas no era excesiva, por lo que en vista a los acontecimientos decidieron encaminarse hacia el estadio, bordeando la parte trasera de la torre de Anoeta, entre la rampa del garaje y el edificio, momento en el cual notó un fuerte golpe en la nuca, estando de espaldas a la línea de la Ertzaintza, percatándose de que el golpe recibido era el impacto de un proyectil de foam, proveniente de la zona donde se encontraban destacados los agentes de la Ertzaintza anteriormente citados" (unos 15-20 metros). Tras mirarse en la nuca, observó que tenia un proyectil de foam dentro de la capucha del plumífero que vestía, por lo que su marido lo cogió y guardó”.
Parte de lesiones
Como explica con concreción, lo que le salva de no haber sufrido lesiones más graves fue que iba vestida con un “plumífero largo dorado con capucha de pelo y una bufanda de la Real Sociedad al cuello. Una vez recibió el impacto, ambos fueron al estadio, dado que tenían que entregar tres entradas a tres amigos”.
En ese momento decidieron que, en vista de la gravedad de lo sucedido, tenían que interponer una denuncia por lo que “se pusieron en contacto con uno de los encargados de seguridad de la Real Sociedad, el cual les informó que tenían que acudir al cuarto de Socorro para que le expidiesen el correspondiente parte médico de lesiones y posteriormente a presentar denuncia la Guardia Municipal en Morlans”.
La declarante no acudió al partido y se fue al PAC de Bengoetxea de Donostia lugar donde no le pudieron atender en momento por falta de médicos, dándole cita para el día 6 de marzo de 2024 en el PAC de Parte Vieja, donde a las 09:18 horas del día06 de marzo de 2024 le atendieron y expidieron el correspondiente parte médico de lesiones, en el que refiere “inflamación a nivel cervical y eritema con morfología numular en región cervical, lesión calificada de carácter leve salvo complicaciones".
Dos denuncias
La declarante ya había interpuesto denuncia ante la Guardia Municipal de Donostia “el día 06 de Marzo de 24 a las 14:44 horas”.
Por último, en la denuncia también se incide en que la denunciante se negó a entregar la bala de foam: “Sobre si guardó el proyectil que le impactó en la nuca, ella manifiesta: “Sí, lo guardo”. Preguntada por el color del proyectil, explicó que era “de color verde y amarillo”.
Sobre si puede aportar el proyectil para la presente investigación, su abogado le ha recomendado que “lo guarde y no lo entregue, permitiendo sea fotografiado por los Instructores de la presente para constancia”.
Como sucedió con la denuncia de Amaya, la jueza archivó su denuncia pocos días después y ahora la denunciante ha solicitado la reapertura del expediente.