El azpeitiarra Xabier Iturralde conserva aún el dulce sabor de boca que le dejó la victoria en el XLº Campeonato Nacional de Recortadores con Anillas disputado en la plaza de toros de La Misericordia de Zaragoza el pasado 15 de octubre. La pareja que formaba con el villabonatarra Ander Lizarralde fue la más sólida en un encuentro en el que se dieron cita las once parejas que más han destacado a lo largo de la temporada, logrando un incontestable triunfo en una final que hizo justicia a lo que se vio en el coso zaragozano.

La cita tenía un significado muy especial para el recortador azpeitiarra, más allá de que ese día cumplía años. Una lesión le privó de ayudar a Lizarralde en la final que tuvo lugar en ese mismo escenario el año pasado, lo que hizo que le quedara un mal recuerdo de aquella cita en tierras aragonesas. Ahora, sin embargo, la situación es bien distinta. No sólo ha podido competir a pleno nivel tras un largo proceso de recuperación de ocho meses para dejar atrás los problemas físicos que arrastraba sino que, además, Lizarralde y él fueron los mejores sobre la arena de La Misericordia. Esa actuación posibilitó el primer campeonato para el azpeitiarra y el segundo para Lizarralde, que ya se hizo con ese mismo título en 2019 junto con el azkoitiarra Joanes Balenciaga.

Iturralde todavía tiene presente en la retina los momentos que vivió en Zaragoza. La plaza de La Misericordia presentaba un aspecto espectacular, con unas gradas abarrotadas de un público ansioso por disfrutar de las evoluciones de los recortadores ante los astados, lo que supuso un aliciente añadido para la pareja guipuzcoana. “Lo de este año ha sido difícil de creer. Calculo que podría haber alrededor de 8.000 espectadores. Además, es un público que entiende, anima y da calor a los recortadores. Desde aquí todo mi respeto y admiración para ellos. Nos transmitieron una gran energía y nos dieron mucho apoyo”.

Los dos recortadores vascos saltaron al coso animados por el deseo de superar la fase clasificatoria y hacerse con una plaza en la final. Lograron su objetivo, pero no quedaron satisfechos con su actuación. Les quedó la sensación de que podían haber podido colocar alguna anilla más en los cuernos de Galana, la res que les tocó en suerte. Pese a todo, consiguieron sumar tres, suficientes para colarse en la gran final, en la que les iba a tocar medirse a las parejas formadas por Chus Zaldivar y Raga Moralo, por un lado, y a Arturo Elvira y Javier Ezquerro, por el otro.

Una vez completado el primer reto, sólo quedaba esperar a conocer la res a la que se tendrían que enfrentar los recortadores vascos. La suerte quiso que les tocara ponerse a prueba ante Rastrerilla, una vaca de la ganadería Hermanos Marcén marcada con el número 3, muy conocida entre los aficionados a este tipo de espectáculos taurinos. “Es un ejemplar icónico. Es un animal muy duro, que tiene una gran bravura y deja poco lugar para las bromas y los descuidos. Tiene a gala ser una de las vacas a la que menos anillas han puesto. Ha estado lesionada pero se ha recuperado y, aunque con la edad ha perdido algo de velocidad, sigue siendo muy respetada por los aficionados y los recortadores. Tanto unos como otros ya saben lo que van a ver y lo que les espera cuando ven que la que sale a la plaza es la vaca número 3 de los Hermanos Marcén”, señaló Iturralde.

Animados por ponerse a prueba ante un ejemplar que ya es historia en las competiciones de anillas y jaleados por un público entregado a los dos recortadores guipuzcoanos, Iturralde y Lizarralde fueron colocando, una tras otra, hasta cuatro anillas en los cuernos de Rastrerilla, cifra que resultó inalcanzable para las otras dos parejas. Zaldivar y Moralo sólo pudieron poner una en la final, haciéndose con el segundo puesto tras haber sumado seis anillas en la fase clasificatoria. Elvira y Ezquerro, por su parte, se tuvieron que conformar con la tercera plaza, al no pasar de las cinco anillas en la primera fase de la competición.

Mirada al futuro

El Campeonato Nacional de Anillas ha puesto prácticamente el broche final a la temporada y es momento de hablar de la situación que viven el mundo de los recortadores y el de las anillas así como de su futuro. Iturralde cree que la lectura varía dependiendo de la perspectiva desde la que se mire. “Si analizamos la afición se puede decir que ha crecido con respecto a años anteriores por lo que hemos visto en Zaragoza. También están apareciendo jóvenes que se animan a participar en competiciones de recortadores, pero en el caso de las anillas quizás no es así. Hay jóvenes que se animan a competir, pero la mayor parte de los recortadores de las pruebas de anillas llevan años tomando parte en este tipo de competiciones”, manifestó el azpeitiarra.

Una de las claves para revertir esta situación podría ser impulsar la afición a participar en espectáculos taurinos entre los más jóvenes. Sin embargo, esta posibilidad choca con medidas como la Ley del Bienestar Animal del Gobierno Vasco, que prohíbe la participación de menores de 16 años en este tipo de eventos. Iturralde considera que es necesario regular esta práctica y para ello plantea seguir el ejemplo de Aragón. ”Empecé a correr con toritos y vaquillas a los 14 años, y a participar en pruebas de recortadores con 15 o 16. Hoy en día, con esta ley, no podría hacerlo. El Gobierno de Aragón ha tenido en cuenta esta situación y permite a los menores de 14 años participar junto con sus padres o una persona responsable en becerradas con reses menores de un año. Además, posibilita que los menores de 14 a 16 años se sumen a festejos con reses de hasta dos años previo consentimiento de sus padres. Creo que el Gobierno Vasco debería de adoptar normas similares para regular los espectáculos dirigidos a los más jóvenes, pero a día de hoy tal regulación no existe”.

Otro aspecto que puede ayudar a impulsar la afición por las anillas es la organización de festivales. ”Kalean Gora ya organizó un festival en Azpeitia en mayo y fue un éxito. Estaría bien que otros pueblos se animaran a seguir ese ejemplo y organizaran eventos similares”, terminó diciendo el recortador azpeitiarra.