La transformación del antiguo edificio de las caballerizas, situado en la zona trasera del palacio Errekalde (museo Laboratorium) en un recinto para la celebración de funerales civiles ya está en marcha. Las obras para rehabilitar esta construcción en mal estado y en desuso tendrán un coste de 202.120 para las arcas locales y estarán concluidas, si no hay contratiempos, dentro de cinco meses, para primeros de 2024, según informó ayer el Ayuntamiento de Bergara.

Se renovará, de este modo, toda la estructura de madera para crear una nueva cubierta, bajo la que se ubicará un espacio totalmente abierto, salvo la zona junto al inmueble colindante, donde se acondicionarán dos aseos y un pequeño almacén.

Contar con una infraestructura digna para decir adiós a los seres queridos sin cura ni altar es una reiterada demanda. Fue en 2010 cuando se aprobó en Pleno la ordenanza que regula la celebración de funerales u homenajes civiles; una normativa que reservaba para las ceremonias laicas el espacio resultante entre la plaza de Oxirondo y la calle Katabia, junto a la iglesia de Santa Marina. “Es un lugar bastante frío para depende qué tipo de eventos”, consideran el alcalde Gorka Artola y el edil Markel Azkargorta. Con la adecuación de las viejas caballerizas se actualizará también la citada ordenanza, cuyo borrador está sobre la mesa.