Los californianos, acostumbrados al buen tiempo y a las playas kilométricas en las que practicar el surf, parecen haber encontrado su destino ideal europeo. El número de estadounidenses de alto poder adquisitivo que se interesan en comprar una casa en Donostia no deja de crecer, tal y como explica Bárbara Pintos, la única personal shopper inmobilaria de la capital guipuzcoana o, como ella prefiere definirse, agente de comprador, una figura habitual en Estados Unidos y que aquí, con la cada vez mayor demanda de compradores extranjeros, empieza a coger una mayor relevancia.

Argentina de nacimiento e instalada en Irun desde hace tres años, Pintos desconocía la existencia de esta figura hasta que, tras una mala experiencia comprando una vivienda desde la distancia, investigó sobre ello. “Descubrí que es una figura habitual en EEUU. Allí el 87% de los compradores la utilizan. No es un agente inmobiliario, es otro perfil”, matiza, al tiempo que explica que su labor es la de ayudar y orientar a compradores que no pueden desplazarse en la búsqueda de una casa.

Pintos trabaja exclusivamente con extranjeros, la mayoría de ellos, además, no saben castellano. “Buscan comprar una segunda residencia y no la quieren alquilar. Algunos organizan viajes para poder ver en pocos días las viviendas que les he buscado, pero otros no pueden hacerlo, así que yo me encargo de hacerles un informe con las diferentes casas, ellos eligen las que más les gusta y yo me encargo de hacer las visitas por ellos”, explica.

Se trata, principalmente, de un comprador de alto poder adquisitivo, que busca adquirir inmuebles superiores a los 500.000 euros. Muchos de ellos son estadounidenses, de California concretamente. “Vienen porque les interesa la playa y el surf. Ven Donostia como un enclave europeo de calidad y se sienten atraídos por su gastronomía. Es una ciudad que está muy de moda en el entorno foodie”, explica, asegurando que iniciativas como el Zinemaldia también la han puesto en el mapa. “Hace unos años hacían un tour por España y nunca venían aquí, se quedaban en Madrid y Barcelona. Ahora, cada vez más pasan unos días en Donostia”, explica.

A partir de visitas así quedan seducidos por la ciudad y piensan en ella a la hora de comprar una residencia europea, algo que, además, conlleva un beneficio secundario que les es muy atractivo. “Al invertir más de medio millón de euros en propiedades el Gobierno español les da la Golden Visa, lo que les permite estar seis meses de seguido con permiso de residencia por todo el espacio Schengen”, cuenta.

De este modo, pueden establecerse durante un periodo limitado de tiempo en la capital guipuzcoana antes de viajar por toda Europa. “Para ellos es algo incomprensible que puedan estar en unos minutos en Francia. Cómo vivimos aquí y cómo se vive allí no tiene nada que ver”, indica Pintos, que también apunta a Hondarribia como otro de los destinos favoritos de este tipo de compradores.

Más británicos

A la hora de buscar vivienda en Donostia, el comprador estadounidense prioriza el espacio a, por ejemplo, tener vistas a la bahía. “Buscan el tamaño americano, lo que para nosotros son tres salones para ellos es una cocina”, bromea la agente de compradores, que revela que hay quienes creen que la capital guipuzcoana es un destino más económico de lo que en realidad es.

“Con 500.000 euros quieren comprar un piso en Gros que se adecue a sus necesidades y quizás eso sea poco para ello, pero si te alejas del centro puedes encontrar más cosas”, revela, al tiempo que indica que hay también quien cree que puede comprar la vivienda que desea en Miraconcha con un millón de euros. “A partir de dos millones se puede encontrar lo que se quiera”, señala.

Gran parte de estas compras las consiguen a través de las inmobiliarias, pero también hay un mercado que queda al margen de ellas. “Hay que investigar y es muy importante generar contactos que te avisen de las viviendas”, cuenta Pintos.

Como personal shopper inmobiliaria, se encarga de dar con cada una de estas viviendas, así como de orientar y ayudar a cada cliente en la documentación necesaria. Para poder adquirir una casa en España es necesario contar con una cuenta bancaria española y el NIE. “Una de las razones por las que me dedicó en exclusiva al cliente extranjero tiene que ver con esto. Al final, yo no dejo de ser una argentina en Euskadi, así que también me siento como ellos. Trato de acompañarlos en todo el proceso de la mano”, observa.

De cara al futuro cercano, Pintos pronostica un cada vez mayor auge de compradores extranjeros, sobre todo de británicos que ya cuentan con una segunda residencia en el sur de España. “Creo que en los próximos tres o cinco años va a haber mucho trabajo porque va a haber una migración interna. Muchas personas que se jubilaron y se compraron una casa en esa zona no soportan ya el calor y piensan en establecerse en el norte, desde Galicia hasta Euskadi”, apunta.

Pintos es consciente de que este cambio puede tensionar todavía más el mercado inmobiliario donostiarra, por lo que entiende que solo una parte de estos compradores podrán finalmente venir aquí. Mientras tanto, seguirá “chequeando el mercado” dispuesta a ayudar a todos aquellos que quedan seducidos por la ciudad.