Las becas Sormen con las que el Ayuntamiento de Azpeitia busca fomentar la creatividad ya tienen proyectos premiados. Son seis las becas que se han asignado, a las que se les tienen que sumar dos estancias creativas en Dinamoa para hacer realidad los proyectos presentados. La partida que se ha destinado a este programa de ayudas asciende a 20.000 euros.

La cita con la creatividad que suponen las becas Sormen tienen como primer protagonista al azpeitiarra Iosu Azkue, que utilizará la beca para crear una escultura en tamaño natural dirigida a reivindicar y a poner en valor las labores de cuidado que han llevado y llevan a cabo las mujeres de Azpeitia. Felipe Murillo, por su parte, utilizará la beca para dar forma a una novela sobre aspectos y conceptos como la virilidad, la paternidad y los puentes entre la masculinidad y los cuidados. Todo ello se aderezará con una banda sonora vinculada al relato que ofrecerá nuevos estímulos al lector al acercarse a la obra.

La tercera beca ha ido a parar a manos de la ceramista Paula Huarte por Esquejes. Bajo esta denominación se esconde un modelo creativo basado en la unión y la sucesión de imágenes que posibilita que una obra esté en el origen de otra. Por su parte, el azpeitiarra Enok Sudupe ha concurrido al concurso con Hau holaxeenk, una propuesta para pasar de la imaginación a los hechos. Sudupe establecerá un plan de acción tomando como partida las viñetas de una sección de la revista Uztarria publicadas entre 2013-2020 que llevaba el mismo nombre así como otras que no vieron la luz.

La propuesta de Usua Martínez pasa por crear unos relatos en forma de tebeo o cómic siguiendo la línea de Dykes to watch out, de Alison Bechdel, obra considerada como la Biblia del cómic lésbico. La lista de proyectos becados se cierra con Hormatik zuntzera, una iniciativa del azpeitiarra Patxi Juaristi dirigida a la utilización de distintos materiales y técnicas en soportes como el papel, el cartón o el lienzo para acercarse a símbolos y elementos del imaginario vasco y situarlos en otro lugar, liberándolos de su carga histórica, social y política.

Además de la becas, se dieron a conocer los dos proyectos que disfrutarán de una estancia creativa en Dinamoa. El primero tiene como pilar el sentido del grito y su significado, y será llevado a cabo por Iker Gozategi. El segundo tiene como protagonistas a Leire Lakunza y al proyecto Laino zerratu bat. Lakunza tomará como punto de partida las pinturas renacentistas de la capilla de la Soledad de la parroquia de San Sebastián de Soreasu y las dotará de un nuevo significado por medio de un juego de luces y de sombras.