La gran tromba de agua que descargó el domingo forzó el cierre inmediato del Amaia antzokia de Arrasate, que seguirá sin abrir sus puertas hasta que el informe pericial de la aseguradora del Ayuntamiento valore los daños causados por las fuertes lluvias, aunque, a priori, desde el Gobierno municipal presumen que la reparación de los destrozos va a implicar intervenciones “de calado”.

“Afortunadamente no hubo daños personales; sí, por contra, materiales. Aún no están totalmente cuantificados, pero los desperfectos en los cuadros eléctricos son evidentes, como lo son también los problemas de humedad que ya venían detectándose en los últimos años y que se han agravado. Además, se prevé que el suelo del escenario se vea afectado por la humedad”, detalló ayer el Gobierno municipal en una nota. Las goteras y filtraciones que el temporal provocó en el teatro obligaron a suspender el festival de pandero que iba a celebrarse ese día y, por consiguiente, a desalojar al público.

“Lo sucedido –añadieron los responsables municipales– ha cronificado los problemas que no se han solucionado en años y a los que tendremos que dar respuesta”. No obstante, la coincidencia con la época estival, donde la actividad del Amaia cesa para dar paso a los espectáculos al aire libre, permitirá “calcular los daños con rigor y detenimiento”. “Vamos a identificar los problemas en profundidad y a empezar a diseñar la actuación de cara al futuro para que Arrasate tenga el teatro digno que se merece”, sentenció el Gobierno municipal.