La afición de la Real está disfrutando como nunca con el equipo. Todo el mundo está maravillado con lo que están haciendo el cuerpo técnico y los jugadores: periodistas, entrenadores, aficiones rivales... Hasta los tiestos están con la Real. En la casa de Iñigo Cantero y Ana Lizarralde, en la calle Soraluze de Zumarraga, dos tiestos representan a jugadores de la Real. Los hizo la artesana local Salomé Puebla y la madre de Iñigo se los regaló a su hijo por su 50º cumpleaños.

A Cantero le gustó mucho el regalo. “Cuando vi lo grande que era el paquete, no me imaginé que serían dos tiestos. Me gustaron mucho. Mucha gente me ha preguntado por ellos”.

Su madre jugaba sobre seguro, pues Cantero es un seguidor incondicional de la Real. “Soy de la Real, de toda la vida. Mis abuelos vivían en Donostia y, cuando íbamos de visita, mi tío me llevaba a Atotxa. Lo primero que hice con mi primer sueldo fue hacerme socio de la Real. Soy socio desde 1991”.

En estos últimos 30 años ha visto de todo. “He hecho de todo en el campo: reír, llorar... La mayor alegría fue el ascenso y las mayores decepciones el descenso y el partido contra el Alavés en Gasteiz”.

Está encantado con la temporada que está haciendo el equipo, por supuesto. “Nos toca disfrutar. Hay que aprovechar, que ya vendrán años peores. Creo que este año nos clasificaremos a la Champions League. Imanol le ha dado otra vida a la Real”.

Se considera un futbolista frustrado. “Jugaba a fútbol, pero el Urola no me cogió y me apunté al Urola de balonmano. Jugué de lateral y de pivote”. De cadete, fue máximo goleador de Gipuzkoa y llegó a jugar en la selección guipuzcoana. Jugó hasta los 31 años y en la actualidad entrena al juvenil masculino. Tiene dos motivos para estar contento: la buena marcha de la Real y la medalla que ha conseguido Imanol Garziandia en el mundial de balonmano (fue jugador del Urola).

Otra que tiene motivos para estar contenta es Puebla, pues sus tiestos están teniendo un gran éxito. “Siempre me ha gustado pintar. De pequeña iba a clases. Hace algo más de un año, vi unos tiestos decorados y decidí hacer algo parecido”. Ya tiene varios modelos:

“He hecho un Olentzero gigante, con un tiesto que me llegan hasta la cintura, por encargo de una pescadería. Para la fería de Santa Lucía, hice dos baserritarras. También tengo hechos varios animales”. Pero el modelo más exitoso es el de la Real. “Me han encargado bastantes jugadores de la Real. Más de los que yo esperaba”, concluye.