Contribuir al mantenimiento de la autonomía de las personas usuarias, ayudándoles en la permanencia de su entorno habitual y su socialización; y mejorar su calidad de vida con actuaciones preventivas y actividades recreativas mediante una asistencia personalizada. Estos son algunos de los objetivos del nuevo servicio de atención diurna dirigido a arrasatearras mayores de 65 años en riesgo o situación de dependencia ligera (grado 1), que abrirá sus puertas “entre finales de enero y principios de febrero”, según han anunciado esta semana la alcaldesa, María Ubarretxena, y la edil de Desarrollo Comunitario, Maitane Muñoz.

Atartea es el nombre con el que se ha bautizado a este recurso asistencial, competencia del Ayuntamiento, que con entrada independiente se aloja en la planta baja del edificio de la residencia Iturbide, en el espacio que albergó las oficinas y otras dependencias del hogar del jubilado Abaroa antes de su traslado a Etxaluze.

En principio, el servicio se ofrecerá de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 horas en un grupo o unidad de doce personas como máximo, aunque “de forma gradual” y en función de la demanda habrá opción de formar más grupos. Desde el área municipal de Servicios Sociales se ha remitido una carta a 160 arrasatearras beneficiarios potenciales de esta infraestructura. La cuota que abonarán los usuarios dependerá de su situación económica, si bien la aportación mínima al mes será de cinco euros y como tope no rebasará los 60 euros.

Cerca de 500.000 euros ha invertido el Consistorio en este nuevo servicio, que en un espacio de 300 m2 acoge un hall, el despacho del dinamizador, una sala polivalente, otra de estar y una tercera de actividades preparada también para adecuar una cocina, y baños. Parte del mobiliario de las instalaciones está adjudicado (se irán vistiendo gradualmente), al igual que la empresa que gestionará el servicio, la cooperativa KL de Aramaio.