Poner en el centro al sector primario y, por ende, a los productos de kilómetro cero. Ese es el objetivo sobre el que pivota el proyecto que, con un enfoque más amplio, se ha propuesto fortalecer, revitalizar y garantizar el futuro del mercado en su conjunto. Se trata de una de las actuaciones de calado que en estos momentos tiene sobre la mesa el Ayuntamiento, y que tras haber superado un proceso de reflexión mano a mano con diferentes agentes, bajo el paraguas del plan estratégico Bergara 2030 Egin Herrixa, inicia ahora la fase de remodelación del edificio de Oxirondo.

El Consistorio acaba de sacar a licitación las obras dirigidas a adecuar en la planta baja del inmueble un local que hará las funciones de escaparate para que los baserritarras y productores locales tengan un lugar donde vender a diario sus productos y, a su vez, ejercerá de gancho para dinamizar y dotar de vida al resto de la azoka. Los trabajos tienen un coste estimado de 345.440 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

Tal y como se detalla en el proyecto redactado por el estudio de arquitectura Biark, el nuevo espacio se acondicionará en el ala derecha según se accede al edificio por la fachada principal. En una superficie útil de 238,15 metros cuadrados se habilitará una zona de uso público que albergará la tienda con sus 142 m, además de una cocina, dos almacenes en cada extremo, uno de ellos de mayor tamaño para alojar la cámara frigorífica, y un pequeño despacho para las tareas de ámbito administrativo que requiera el establecimiento comercial.

La tienda tendrá una entrada y salida diferenciadas, mientras que la cocina, “de ámbito doméstico”, se dispondrá en el centro y se plantea como un recurso para poder llevar a cabo cursos, catas y distintas actividades.

“Un espacio de referencia del sector primario y los productos locales” “Queremos convertir el mercado de Oxirondo en un espacio de referencia; en un punto de encuentro para el pueblo”, recalcó la teniente de alcalde, Ainhoa Lete, que también destacó que con este proyecto se busca “dar un mejor posicionamiento al sector primario y al producto local”. “Se pretende revertir la situación de declive que ofrece la azoka los días laborables (únicamente dos paradas fijas tienen actividad continua), completando la oferta y, al mismo tiempo, haciendo que esta sea sostenible”, precisó Lete. La concejala de EH Bildu insistió, de este modo, en que la actuación que se plantea en el inmueble de Oxirondo va más allá de ser “un punto de venta al uso”, para brindar una infraestructura que trabajará “la sensibilización y la formación”.

En el lado izquierdo de la planta baja, por su parte, se mantendrán los espacios actuales “completando los vacíos y reforzando la oferta”, adelantó Lete.

El cambio de aires de la plaza de abastos es fruto del proceso que inició su rodaje hace meses. A principios de 2021 Bergara fue uno de los 16 municipios del territorio que se sumó a la iniciativa para promocionar la red de mercados de Gipuzkoa, que puso en marcha la asociación Landaola a través de la Fundación Elika del Gobierno Vasco, con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa. A partir de ahí y en el marco de un proceso con miras más amplias, que ha contado con la participación de diversos agentes implicados, se han identificado retos y acciones encaminadas a trazar un escenario que responda a las necesidades del sector, poniendo en valor la azoka.

Dentro de este plan se enmarca la remodelación del espacio físico, que hasta el 26 de diciembre tiene abierto el plazo para que las empresas interesadas en acometer las obras presenten sus ofertas. La reforma se realizará “a lo largo de 2023”, y simultáneamente se irá “completando el proyecto”, avanzó Lete. Esta inversión cuenta con una partida reservada en los presupuestos de este año, sin embargo, y aunque todavía no se ha recibido respuesta, el Ayuntamiento se ha presentado a la convocatoria de subvenciones de los fondos europeos Next Generation.