La construcción de la actual residencia San Martín de Azpeitia, hace ahora 49 años, propició la retirada del espectacular reloj que fabricó Juan Zugasti en el año 1815 y que está considerado como el reloj más antiguo de la comarca de Urola Erdia.

Por fortuna, alguien se tomó la molestia de quitar el aparato que marcaba la hora en la vieja residencia con sumo cuidado, desmontándolo pieza a pieza y guardándolo con tal cariño que, a día de hoy, está en condiciones de poder ser recuperado para volver a dar la hora más de dos siglos después de su construcción.

De hecho, el Ayuntamiento de Azpeitia se ha propuesto recuperar y poner en valor el viejo reloj de San Martín; un patrimonio público de indudable valor que, si todo transcurre según lo previsto, estará en condiciones de volver a lucir en la fachada de la residencia en el plazo de seis meses. Para ello, el Consistorio ha encargado los trabajos de restauración a la asociación Yeregi, cuyos integrantes han mostrado su alegría por el buen estado de conservación del aparato.

En palabras de Xabier Yeregi, “alguien lo desmontó pieza a pieza con mimo y mucha paciencia y después se encargó de guardar todas las partes de la forma adecuada”; una labor que “hay que agradecer porque no es habitual encontrar relojes viejos tan bien guardados como este”.

Por su parte, el concejal de Turismo local, Agustín Lizarralde, quiso destacar que “este reloj demuestra que en Azpeitia todavía tenemos tesoros guardados o escondidos”; al mismo tiempo que se ha reafirmado en el compromiso del Consistorio “para seguir trabajando con el objetivo de recuperarlos para que puedan verlos tanto los visitantes como los propios azpeitiarras”.

Obra de un gran maestro

El reloj de la residencia San Martin fue construido en 1815 por el maestro relojero Juan Zugasti, quien ese año se encargó también de fabricar el reloj de la catedral de Cádiz.

Por ello, es fácil deducir que Zugasti no era un relojero cualquiera. De hecho, el reloj que hizo para Azpeitia presenta unas cuantas particularidades.

Según explica el propio Yeregi, “la aguja, por ejemplo, es especial y marca el estilo del autor”. Además, añade, “cuenta con cuidados elementos decorativos, lo que demuestra el nivel de su autor”.

En cuanto al proceso para recuperar el reloj que se va a llevar a cabo, Xabier Yeregi subraya que se acometerá “una restauración no invasiva”. Para ello, “en primer lugar lo volveremos a poner en marcha para ver cual es su verdadero estado y después lo desmontaremos, lo limpiaremos y realizaremos los análisis técnicos y arqueológicos pertinentes en estos casos”, explica. Una vez realizados esos estudios, el equipo de restauradores sabrá “cuál era el conocimiento técnico que había en la época en la que se hizo el reloj y hasta dónde llegaba la habilidad del autor de este auténtico tesoro”.

Los trabajos de restauración los llevará a cabo un equipo dirigido por el propio Yeregi y del que también formarán parte Tomás Bergara, Juan Mari Elosua y Bego Arruti. Eso sí, “en el caso de que cualquier azpeitiarra quiera echar una mano o realizar alguna aportación desde su conocimiento también tiene las puertas abiertas para participar en el proceso”. Para ello “solo tiene que dar cuenta de ese interés contactando con el Ayuntamiento a través del número de teléfono 943 157 200”.

Si las previsiones se cumplen, el reloj de San Martín estará listo para volver a marcar la hora en la primavera del próximo año. Antes de esa fecha, el Ayuntamiento y los restauradores tienen intención de ofrecer una charla abierta a la ciudadanía y de organizar visitas guiadas para que los escolares del pueblo puedan conocerlo de cerca.