Tras dos años sin poder celebrarse por la pandemia, la ciudadanía de Mutriku esperaba con muchas ganas el regreso de sus queridas fiestas patronales.

Homenaje a Mandazketa elkartea por los 50 años de la tamborrada.

Sin embargo, las madalenas no arrancaron bien aunque, afortunadamente, las aguas volvieron a su cauce y la villa costera ha podido disfrutar de unos festejos que han estado marcados por la gran afluencia de público, la alta participación en las diferentes actividades organizadas y las elevadas temperaturas.

La polémica suscitada en Mutriku tras conocerse que una joven de la localidad había sido vetada por Bizixo Jai Batzordea para participar en diferentes actividades por el mero hecho de ser ertzaina empañó el inicio de los festejos. Las madalenas se empezaron a degustar el pasado día 21 pero llegaron con un toque amargo y existía el riesgo de que no se llegaran a endulzar.

Por suerte, la rápida reacción de la corporación local, que emitió un comunicado acordado entre las tres fuerzas con representación municipal (EH Bildu, PNV y Berdeak + Independienteak) para rechazar el citado veto y mostrar su apoyo a la joven ertzaina; y el respaldo de la inmensa mayoría de la ciudadanía a la vecina agraviada, propiciaron que durante las siguientes jornadas en Mutriku se volviera a respirar el espectacular ambiente festivo que caracteriza a las madalenas.

Descatacas efemérides

Polémicas al margen, las fiestas patronales de este año han dejado varios momentos para la historia local.

Sin lugar a dudas, el primero de ellos tuvo lugar la noche del día 21, víspera de las madalenas. El pueblo de Mutriku aprovechó el 50º aniversario de la tamborrada de adultos para rendir un sentido homenaje a la sociedad Mandazketa; la entidad que se encarga de organizar la cita con los tambores y barriles desde sus orígenes.

El 22 de julio, Malen Eguna, el protagonismo fue para el equipo local de sokatira, que también conmemora este año el 50º aniversario de su fundación. Con Goiko Plaza a rebosar de gente, el Consistorio dio inicio al tradicional festival de deporte rural con un bonito acto de reconocimiento al equipo de sokatira, que puso fin al festival de herri kirolak con una aplaudida demostración.

Pero las efemérides vividas durante estas fiestas no acaban ahí. La noche del día 23, Malen Txiki Eguna, el frontón Miruaitz lució sus mejores galas para albergar un festival de cesta punta que sirvió para celebrar el 250º aniversario del histórico frontón. l