gia es uno de los barrios clásicos o históricos de Donostia. Se podría decir que siempre ha estado ahí, fuera de las murallas que albergaron la zona central de la ciudad hasta 1863. No tiene un origen claro y, desde luego, poco tiene que ver su imagen actual con la de hace un centenar de años. Sobre estos orígenes y su evolución trata el libro Txurrutala: Lugares históricos de Egia, escrito por Juanpe Urrosolo, vecino egiatarra de 61 años, y publicado por Gordegia, grupo que surgió con la idea de recopilar fotos antiguas del barrio, además de realizar alguna visita guiada y organizar una exposición de fotos en el subterráneo, entre otras actividades.

Hace tres años, Juanpe vio "una foto aérea de Egia" fechada en el año 1953 que despertó su curiosidad. "Estaba tomada desde el aire y se veía todo el barrio", cuenta este vecino egiatarra, que fue identificando los sitios que había hasta llenar todo de nombres y anotaciones. De ahí surgió Paseotxo bat Egia zaharrean, un mapa interactivo que se puede ver en la página web de Gordegia y que a su vez fue el punto de partida del libro, que no pretende ser, según el autor, "un libro de historia de Egia". Más bien es "una recopilación de pequeñas historias de lugares que han existido en el barrio".

Hasta 176 localizaciones tiene el mapa. "La parte principal del libro es el mapa con todos esos sitios. Algunos ya no están y otros, pocos, se conservan. Unos están acompañados por un pequeño texto explicando la historia, de otros no tenemos ni foto ni casi información, pero todos estos lugares tienen la dirección de dónde estarían situados ahora", explica Juanpe.

Egia no tiene -o al menos no consta- "una fecha concreta de nacimiento". "Es el resultado de un proceso que empezó no sabemos muy bien cuándo", comenta el autor de Txurrutala: "En su momento estaba lo de dentro de la muralla y Egia estaba fuera, a un kilómetro y pico de distancia. Alrededor de la muralla no había nada, era agua y arena. Donde está ahora Gros era arenal. Egia era más extenso que ahora, con 70 casas o así desperdigadas". De hecho, el barrio cogía parte de lo que ahora son Altza, Intxaurrondo, Loiola, Amara y Gros: "En una lista de caseríos pertenecientes a Egia que el secretario municipal del Ayuntamiento de Donostia hizo en el siglo XIX hay varios de zonas que ahora son otros barrios".

Ahora cuesta visualizarlo, pero en su momento, hasta la llegada del tren (1864), Egia contaba con una "enorme playa", que iba desde la Universidad de Deusto hasta Monpás. Y alguna foto del libro lo atestigua. Con el tren, Egia se ve separado del río, empiezan a expandirse barrios como Amara, Gros o el Centro, y a Egia llegan "el cementerio y fábricas". "Aquí fueron muy importantes las marmolerías alrededor del cementerio", comenta Juanpe. "Y estaba, por ejemplo, una fábrica muy grande de vagones de tren, Múgica, que iba desde Tabakalera hasta el campo de fútbol". Como curiosidad, otra empresa, Transportes Lasarte, contó con "el primer número de teléfono particular de todo el Estado": el número tres. También albergó Egia "equipamientos de ocio": llegó a tener cuatro frontones a la vez -donde luego se situó el mercado de frutas- y, después, el histórico campo de fútbol de Atotxa.

¿Y Txurrutala, que da nombre al libro? "En el siglo XVII los franciscanos montaron un convento y el paseo que ahora es Atotxa se llamó paseo de San Francisco. Y antes de ser Atotxa era Txurrutala. No está muy claro de dónde viene el nombre, pero parece que viene de chorro, porque aquí había cuatro fuentes y la gente de Donostia venía a por agua". En cuanto al propio nombre de Egia, dice Juanpe que su origen -al parecer viene de un caserío que se llamaba Egia- "se pierde": "No sabemos cuál es su primera mención. Egia, Igeldo o Ulia son barrios históricos de la ciudad. Otros como Gros o Amara son barrios que surgieron después con un diseño y un plan, algo que no ha tenido nunca Egia. Aquí se han ido poniendo las casas alrededor de los caminos".

Muchas de las fotos antiguas que ilustran el libro -que incluye también el mapa con las 176 localizaciones- son de "Kutxateka y la Diputación de Gipuzkoa", explica Juanpe: "Las más antiguas son de alrededor de 1900, en las que se ve la playa de Egia. Pero no hay muchas fotos antiguas, hay que tener en cuenta que era caro y la gente no sacaba muchas. Hay fotos sobre todo de la zona de Atotxa o del cementerio cuando fallecía alguien importante".

Comenta este donostiarra que "está bien reivindicar la historia de los barrios" y lamenta que se haya "perdido tanta toponimia. Tenemos aquí al lado la plaza Teresa de Calcuta, por ejemplo. No tengo nada en contra de Teresa de Calcuta, pero no tiene ninguna relación con el barrio. Se pierden nombres. Por ejemplo, la calle Virgen del Carmen se construyó para subir al cementerio y durante años se llamó subida al cementerio o subida a Polloe. Decidieron que había que darle un nombre oficial y pusieron Virgen del Carmen. Creo que sería bueno conservar nombres que tengan relación con la historia".

El "txoko" de Juanpe en Egia es "la zona de poteo en Tejería y Virgen del Carmen". El barrio, reconoce, ha cambiado en los últimos años: "Hay un ambiente de barrio de siempre y luego está el ambiente surgido con Tabakalera y locales como La Farándula, Bukowski... que está bien, porque dan vida y actividad al barrio".

"Es una pena que se pierdan nombres que tengan relación con el barrio, hay que reivindicar la historia"

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