a renta de algunos locales comerciales de Donostia se ha reducido en los últimos meses hasta un 20% tras la situación generada por el covid, lo que está favoreciendo que se esté notando un aumento en los contratos de alquiler. Tras un año nefasto, en el que en Donostia han cerrado sus puertas 122 tiendas, algunos propietarios han bajado los alquileres a sus inquilinos mientras que otros locales han comenzado a reabrir o cambiar de firma partiendo de precios más bajos. También se está utilizando más que antes la denominada renta escalonada, una opción que supone arrancar con una mensualidad e ir aumentándola cada mes en función de que mejoren las circunstancias. Todo ello conlleva una mayor oferta de espacios en localizaciones muy buenas, lo que activa el movimiento.

Así lo explica el responsable de la inmobiliaria Areizaga, Marcos Areizaga, que asegura que la evolución de la pandemia “ha provocado un aumento en el índice de confianza en el consumidor”, lo que propicia que se estén arrendando locales a cadenas de ropa, calzado y complementos.

El especialista explica que antes de la pandemia no había prácticamente locales cerrados en las zonas prime de Donostia, es decir, las más comerciales de la ciudad, ni en las principales de los barrios, pero esto ha variado algo con la llegada de covid. Por su lado, admite que desde hace unos cinco o diez años, las calles secundarias de los barrios “están perdiendo todo su valor comercial, al producirse una gran concentración comercial en las calles más céntricas y comerciales de cada barrio, junto a parkings, mercados y un buen servicio de transporte”.

Según señala Marcos Areizaga, antes de la pandemia, el auge del comercio electrónico propulsó esta concentración del atractivo comercial en las principales calles de Donostia y de los barrios y la pandemia no ha hecho más que acelerar esta transformación. De hecho, el especialista opina que “el comercio electrónico siempre necesitará del comercio físico para coexistir” y ahora “la demanda de buenos locales ha repuntado”.

Para el profesional del sector inmobiliario está demostrado que el comercio electrónico siempre necesitará de las tiendas de la calle para existir, ya que incluso tras “la mayor crisis del comercio minorista en mucho tiempo”, la actividad está volviendo.

Las calles periféricas, opina el experto, “están abocadas a ir perdiendo paulatinamente su vía atractivo comercial”. Cree que terminarán siendo locales dedicados a servicios como oficinas, trasteros y viviendas, en los casos en los que la normativa lo permita. De hecho, el Ayuntamiento de Donostia cuenta con una regulación que autoriza la transformación de determinados locales a pie de calle en viviendas, lo que ha dado pie al nacimiento de nuevos apartamentos. Sin embargo, en estas calles secundarias hay cada vez más locales vacíos y no en todos ellos es posible la transformación legal en viviendas.

al aire libre

En el caso de Donostia, los locales de las calles prime (ejes comerciales principales) en los que se sitúan algunas como Loiola, Arrasate, San Marcial, Avenida de la Libertad y todas las demás calles del centro, que hace unos años se promocionó como el centro comercial al aire libre, los precios se sitúan al nivel de otras ciudades con muchos más habitantes como Bilbao, Valencia, Palma de Mallorca, Málaga o Sevilla.

Estos locales de la zona centro, en los alrededores de la plaza del Buen Pastor y la Avenida, están siendo muy demandados en la actualidad por distintos motivos, según Areizaga, que cree que la peatonalización de San Martin, entre Urbieta y Fuenterrabía, dejará claro que la zona reforzará su carácter comercial.

Por ahora, los interesados en abrir una tienda están alquilando principalmente superficies de 80-120 metros cuadrados, en el citado eje prime y a pie de calle. Los locales más demandados tienen que tener, además, una buena morfología y carecer de barreras arquitectónicas. Los arrendatarios son solventes y pertenecen a marcas de ropa o restauración de fuerte implantación.

La inexistencia de centros comerciales fuertes que ejerzan una competencia hacia un comercio muy consolidado así como la ausencia de un Corte Inglés en la ciudad obliga a que las marcas se tengan que ubicar en la calle, explica Areizaga. La cercanía de la muga con toda la clientela francesa que conlleva y el hecho de que Donostia es la capital comercial de un territorio de alto poder adquisitivo son motivos por lo que los locales comerciales del centro resultan cada vez más atractivos, añade. Los servicios de todo tipo que ofrece la ciudad, así como estar situada una hora de ciudades como Pamplona, Vitoria, Bilbao y Baiona hace que muchas marcas de vocación internacional, dice, quieran estas presentes en Donostia.