Laraitz Esnaola e Idoia Moreno, autoras del proyecto del parque infantil Sorleku de Donostia, se han quejado este lunes de que, 3 años después de ganar el concurso participativo y diseñar esta zona de recreo con la implicación de unos 300 niños de la zona, el Ayuntamiento no lo haya puesto en marcha.

Esnaola y Moreno han denunciado que el Gobierno municipal haya "cancelado" dicho proyecto, en una rueda de prensa que han ofrecido este lunes en el consistorio acompañadas de los concejales de EH Bildu Garbiñe Alkiza y Markel Ormazabal.

Según han explicado, en 2017, como miembros de la sociedad Alubi, ganaron el programa MartxUp! con el proyecto Bizi bizia berhezi, consistente en diseñar mediante un proceso participativo una amplia zona de juego que se iba a situar en una parcela junto a las cocheras de Dbus, en el barrio de Intxaurrondo.

Unos 300 menores de la Ikastola Zurriola y del barrio intervinieron en sesiones para identificar sus necesidades y deseos, que fueron plasmados en un proyecto de ejecución presentado en el Ayuntamiento de San Sebastián a principios de 2019, cuando "se comprometió a llevarlo adelante", han afirmado, tras subrayar que también el alcalde, Eneko Goia, lo incluyó entre sus "promesas" en la campaña electoral de 2019.

Sin embargo, desde entonces "no se ha hecho nada de lo prometido", han dicho las diseñadoras, que han agregado que confiaban en que al finalizar las obras de las cocheras municipales, se abordara la construcción del parque.

Pero ahora han sabido "por la prensa" que el proyecto "ha sido aparcado" y que "no se han reservado partidas económicas" para arrancarlo en el borrador de presupuestos municipales para 2021.

Esnaola y Moreno han opinado que, aun a pesar de la situación de crisis, el área de juego no supondría "un gran esfuerzo económico" y han considerado que se podría ir configurando "en diferentes fases", acondicionando por ejemplo primero el terreno.

Han criticado además que los responsables municipales no les hayan "preguntado" ni "informado", algo que consideran que merecen tanto ellas como los niños, familias, educadores y vecinos que participaron en la iniciativa.