- Varios operarios trabajaron ayer en la colocación en la plaza Ramón Labayen, junto al puente de Santa Catalina, de la escultura lumínica El Abrazo creada por Iñigo Aristegi. Se trata de una escultura con luz de siete metros de alto y que es transitable. Es un abrazo simbólico que refleja de algún modo la situación actual en la que el contacto entre las personas está limitado y condicionado por la pandemia. "Es un abrazo de energía positiva", explica el autor, que hace tiempo que crea abrazos, un gesto que esta vez, con siete metros de altura y en plena pandemia, tiene un significo más especial y emotivo.

La escultura se iluminará junto al resto del alumbrado navideño de la ciudad el próximo viernes, 27 de noviembre.