Donostia - Las nuevas Ordenanzas Complementarias de Edificación del Ayuntamiento de Donostia permitirán que los apartamentos dispongan de una única estancia para sala y habitación, además del aseo separado. Hasta el momento, tanto el aseo como el dormitorio debían estar separados. La nueva regulación, sin embargo, mantiene los 35 metros cuadrados, sin contar el tendedero, como dimensión mínima para que un espacio pueda ser considerado vivienda. Además, se prohibirá colocar baños en los trasteros de los edificios y se autorizará colocar letreros de modo perpendicular a las fachadas, cumpliendo determinadas dimensiones.

Estas son algunas de las novedades que incluyen las Ordenanzas Complementarias de Edificación, que recibieron ayer su visto bueno por parte de la Junta de Gobierno local para iniciar así una tramitación que permitirá sustituir el articulado que está en vigor desde hace 21 años.

La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, explicó algunos de los detalles de la nueva normativa municipal que pretenden adecuarse a la realidad de la vivienda en la actualidad en Donostia así como a algunos cambios legales introducidos en este tiempo, como el Código Técnico de la Edificación o las normativas de accesibilidad, además de cumplir el propio Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.

La decisión de que los pisos pequeños puedan tener una sola estancia para sala y dormitorio, además del baño, persigue facilitar el impulso de los apartamentos, una modalidad de vivienda que el Consistorio quiere favorecer ya que el número de ocupantes por piso es inferior actualmente al de épocas pasadas y la demanda de apartamentos o pisos pequeños es una realidad.

Arzallus explicó también que quedarán prohibidas las segundas cocinas en las viviendas, excepto en las parcelas de viviendas unifamiliares o adosadas, donde podrá haber “txokos”.

En el caso de los trasteros, tendrán que tener un mínimo de 3,5 metros cuadrados y 13,5 como máximo. No podrán disponer de aseos y las zonas de agua (como los baños) deberán estar en zonas comunes del edificio. Tanto esta medida como la prohibición de una segunda cocina en los pisos persiguen que no se puedan crear viviendas dentro de otras o en trasteros. Las cocinas, por su parte, tendrán un mínimo de cuatro metros cuadrados.

Por otra parte, según explicó la concejala, los locales destinados a usos comerciales y similares reducirán las actuales alturas mínimas, en función de la superficie, y se eliminará la distinción especial existente hasta ahora para los usos hosteleros.

Básicamente, las nuevas Ordenanzas Complementarias de Edificación plantean soluciones técnicas y un diseño de los edificios que se debe ajustar en lo principal a lo ya establecido en general para las viviendas de protección oficial.

garajes robotizados Los garajes, pues, también deberán cumplir las dimensiones y requisitos solicitados en la normativa de Protección Oficial. Además, se contemplan aparcamientos robotizados y se regula la capacidad de la zona de espera así como de la cabina (ascensor).

Además, las instalaciones de ventilación y evacuación de productos de combustión (chimeneas, etc...) se deberán regir por lo ya establecido en el Código Técnico de la Edificación. La nueva norma permitirá además que la modificación de carpinterías exteriores y miradores de los edificios se pueda realizar de modo progresivo, siempre que se acredite que existe un diseño unitario ya aprobado por la comunidad de propietarios. Lo mismo podrá hacerse cuando se modifiquen las fachadas de la planta baja. Además, los conductos de calderas deberán mimetizarse con el color de la fachada.

Las nuevas ordenanzas que recibieron ayer su primer visto bueno tiene 40 artículos, distribuidos en cuatro capítulos, una disposición derogatoria y otras dos finales. Con ellas, el Ayuntamiento pretende dotar de una mayor seguridad jurídica a algunos aspectos de las normas de edificación, como la “superficie útil” y así como a la diferenciación de diferentes tipos de obras, como las de planta, demolición, sustitución, reforma, mantenimiento, etc... Las ordenanzas distinguirán también entre intervenciones en nuevas edificaciones y en las ya existentes “ imponiendo en éstas últimas criterios de proporcionalidad tanto jurídicos, como económicos, urbanísticos y técnicos”, dijo la corporativa.