donostia - El Gobierno municipal estudia en estos momentos qué usos terciarios se podrían plantear en el recinto de ocio de Illunbe, una vez descartado el centro comercial propuesto. Sin embargo, no se puede olvidar que el concurso público que se convocó para la venta de este espacio en el año 2016 establecía una serie de limitaciones a los compradores y determinados posibles usos. Por eso, o se plantea una opción alternativa que encaje en los pliegos de ese concurso o se deberá convocar uno nuevo, lo que supondría emprender de nuevo todo el proceso de venta.

El citado concurso se resolvió en diciembre de 2016 a favor de Larrain SL (vinculado a Moyua) y Loiola Gestión Inmobiliaria (de Altuna y Uria), que fueron los únicos presentados al concurso y que lo hicieron con un proyecto para crear un gran centro comercial centrado en la moda, así como un hotel y un supermercado. Sin embargo, la venta no se ha consumado ni escriturado en este tiempo y el Ayuntamiento sigue sin ingresar los 20,7 millones de euros estipulados.

Primero esperaron hasta aprobar de manera definitiva el plan especial que autorizaba el desarrollo comercial previsto y después los compradores querían esperar hasta tener atados los acuerdos con los negocios y firmas principales que ocuparían el centro comercial, bautizado como El Mirador de Illumbe. Aunque en todo momento afirmaban que la comercialización de los locales iba bien, hace varios meses los compradores plantearon la opción de cambiar el proyecto y plantear nuevos posibles usos. El hecho de que la ampliación de Garbera se les haya adelantado podría ser una de las causas que ha influido en el cambio.

El concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, reconoció ayer en la comisión de Hacienda que el “planteamiento comercial básico de Illunbe está agotado”. Por eso, explicó que se están analizando otros usos terciarios “tal y como autoriza el pliego siempre y cuando sean viables, pero no un centro comercial clásico”. Por definición, otros usos terciarios serían los hoteleros, de oficinas, docentes, deportivos, asistenciales o sanitarios, entre otros.

En respuesta a una pregunta presentada por el grupo del PP en referencia al futuro del complejo, Domínguez-Macaya afirmó que, al menos de momento, “no se van a autorizar usos residenciales”. Añadió que, de todos modos, “tampoco está cerrada” esta opción en caso de que los usos terciaros que están estudiando no lleguen a concretarse. “Entonces podría haber un cambio de los usos urbanísticos autorizados, pero ese cambio requeriría modificar el Plan General, por lo que no es la primera opción que se maneja”, apuntó el concejal jeltzale.

Durante su intervención reconoció que Larrain SL y Loiola Gestión Inmobiliaria “han descartado el centro comercial convencional”, pero analizan si les podría interesar mantener la compra del recinto si se cambian los usos y se permiten otros destinos terciarios, algo que, según Domínguez-Macaya, “parece que sí es posible”. Esos nuevos usos se sumarían al hotel y el supermercado previstos en el proyecto original de los compradores.