donostia - Al barrio de Altza le quedan 20 meses para poder disfrutar de su nuevo polideportivo, una instalación con piscinas interiores y exteriores, estas últimas acompañadas de solarium. El nuevo edificio costará finalmente 18 millones de euros, diez más de los previstos en 2016, cuando el equipo de arquitectos de Chocarro-Herranz, especializados en instalaciones deportivas, y Tabuenca-Leache, expertos en obras públicas, ganó el concurso convocado para sustituir el polideportivo más antiguo que quedaba sin renovar en Donostia.
Sin embargo, la aparición de amianto en las inmediaciones del solar de Altza frenó el desarrollo del proyecto y, tras una investigación sobre la situación de los terrenos y el tratamiento necesario para evitar el contacto de las tierras contaminadas con el exterior, comenzó la excavación necesaria para las plantas subterráneas. El resto de la obra arranca esta semana y, según los plazos, deberá terminar en primavera de 2021, año en el que estarán disponibles las “piscinas de verano” para uno de los barrios más poblados de Donostia.
“Ha sido un proceso largo y complicado, que ha acarreado importantes retrasos y ha tenido que sortear muchísimas dificultades”, dijo ayer el alcalde, Eneko Goia, que recordó que la inversión municipal para este centro deportivo es la más cuantiosa de cuantas lleva a cabo actualmente el Ayuntamiento. Así lo destacó tras la firma del acuerdo entre el Consistorio y la Diputación de Gipuzkoa, que aportará 600.000 euros para el edificio, lo que supone un 3,3% del coste total.
Los fondos forales forman parte del Plan de Equipamientos Deportivos 2017-2020 de la institución territorial, que alcanza a 55 municipios (el 80% de la población guipuzcoana). El programa aporta un total de 10,6 millones, casi el 20% del total de la inversión a la que contribuye, que es de 53,8 millones.
El diputado foral de deportes, Denis Itxaso, recalcó que la localización del recinto deportivo de Altza, “con piscinas de verano y la plaza pública es un enclave dotacional esencial para Altza, que polariza buena parte de la actividad deportiva y cultural del barrio”.
El futuro polideportivo tendrá cinco niveles, dos de ellos subterráneos. En las plantas soterradas se situarán instalaciones como almacenes, los vasos de las piscinas y un gimnasio de musculación. En la planta a ras de calle se ubicarán las piscinas interiores, con un amplio porche con cristalera que da al sur, y las canchas deportivas, mientras que en las plantas primera y segunda se ubicarán la galería de espectadores y las instalaciones generales de la cubierta.
El Ayuntamiento no ha decidido aún si mantendrá o no las instalaciones deportivas provisionales del Instituto de la Construcción. “Tenemos dos años de uso para reflexionar y decidir qué hacemos”, dijo Goia, que recordó que el edificio en el que se ubica el espacio deportivo es propiedad de la Fundación Kutxa, que lo hace cedido por dos años al Consistorio.