Aunque el abordaje se celebró por la tarde, los participantes en el acto principal de Donostiako Piratak tuvieron que construir sus respectivas balsas por la mañana. Este año la organización retrasó la hora de los montajes hasta las 10.00 horas. Pese a la lluvia, muchas cuadrillas se acercaron al muelle donostiarra y fueron fieles a su compromiso con el acto. En esta edición se notó que gran cantidad de jóvenes participaban en el Abordaia por primera vez y su falta de experiencia conllevó problemas a la hora de construir las balsas.

Este era el caso de las donostiarras Ana Gómez, Julia Sánchez, Cristina Zuloaga, Leire Landeira, Eneritz Zapirain e Irati Garaioa: “Estamos convencidas de que nuestra balsa se va a hundir”, confesaban un tanto pesimistas. Aunque tuvieran poca confianza en su obra, dejaron claro que su objetivo era “pasarlo bien”. Todas se daban por satisfechas si conseguían llegar a la playa. En cuanto a los materiales con los que construyeron su embarcación, explicaron que la mayoría los habían traído de casa pero que tuvieron que comprar los flotadores por seis euros.

Otros que no tenían excesiva confianza en su balsa eran Kemen Malbadi, Ruben Fernández, Ekaitz Salterain, Peru Mendiburu, Erlantz González, Jon Ander Almagro y Mikel Ostolaza: “Viendo nuestra balsa se nota que es la primera vez que participamos pero si se rompe ya abordaremos a otros, que para eso hemos venido”.

También debutó otra cuadrilla donostiarra compuesta por Goreti Figueroa, Amaia Mendizabal, Laida Alonso, Nahia Sarasa, Irati Irazabalbeitia, Ane Albizu y Gabriela Tovar, esta última malagueña. “La gente de la organización es muy amable pero nosotras hubiéramos venido antes para preparar mejor las balsas”, manifestaron. A la hora de comprar el material el desembolso fue bastante considerable porque cada una gastó 11 euros, 77 en total.

Pese a que era la primera vez de muchas cuadrillas, también había otras que tenían más experiencia. Este año era la cuarta vez para Katrin Berga, Maialen Sayans y Naiara Muro, también donostiarras. “Nos ha venido genial que hayan cambiado la hora del montaje porque antes siempre nos tocaba a las ocho de la mañana”, explicaban felices las tres.

En otros grupos, había una mezcla entre personas que ya habían participado y otras que se estrenaban en la fiesta. En la cuadrilla de Aitor Arriaga, Aitor Pineiro, Gorka Baña y Eric Novas, este último era el único con galones de pirata en el Abordaia. Los cuatro se mostraron con “muchas ganas de abordar pese a la lluvia”, aunque se quejaron de que este año han notado “más restricciones en el tema de los materiales”, ya que les impidieron usar unas botellas que pretendían utilizar para confeccionar su balsa.

El equipo mixto formado por las donostiarras Maier Agirre y Garazi Sanzberro y los hernaniarras Garikoitz Mujika y Liher Isasa mostraban su ilusión. Los chicos ya se apuntaron el año pasado mientras que las chicas lo hicieron por primera vez. “El año pasado se suspendió y nos quedamos con las ganas, así que decidimos apuntarnos otra vez para poder disfrutar de la experiencia”, comentaron entusiasmados Garikoitz Mujika y Liher Isasa recordando el chasco del pasado año.